Por Óscar Solano
@osoascam
No sé si cuenta como un fail cuando salí como por dos años con un mae que «no quería nada serio» y un día llegué a mi casa Y ESTABA TOMANDO CAFÉ CON MI MAMÁ.
Siento que antes de haber aceptado escribir sobre mis fails en el amor, debí haber preguntado qué es exactamente un fail. Tal vez como en una primera cita en Terra Mall (antes de que fuera las Ruinas de Cartago 2.0), que perdí mi billetera en el food court y tuve que meter la mano en el basurero porque creí que podía estar ahí. Igual y tal vez no fue tan terrible porque luego de eso terminamos cogiendo. Tal vez le parecí humilde. ¿Puedo decir coger? De ahora en adelante lo voy a sustituir por «hacer una sola carne», pero sepan que quiero decir coger.
Al final duramos un par de meses, creo, y todo terminó cuando empalidé en Puerto Viejo gritando que estaba conociendo el cielo y el infierno, y el mae me dijo «mi hermano tiene ataques de esquizofrenia y se ven como eso que usted acaba de hacer». Terminamos esa noche y nos tuvimos que devolver juntos en bus porque éramos pobres.
No lo recomiendo, el peor viaje en bus del mundo.
Uh, ¡ya sé! Un fail fue cuando anduve con un mae que siempre me mandaba stickers en el Messenger de Facebook (creo que WhatsApp no se usaba tanto porque fue como en 1924, no recuerdo bien), y yo sentía la necesidad de agarrarme de eso para hacer una conversación. Me mandaba una almeja diciendo HELLO y yo contestaba «Buenos días, ¿sabías que no puedo comer sushi porque me dan arcadas?». Me mandaba una taza de café cansada y yo le decía «¿Te gusta tomar café?». Me harté como en dos semanas y al terminar me dijo que quemara todas las cosas que yo tenía de él. De la que me salvé, porque si con dos semanas dio señales de piromanía, supongo que con un año de noviazgo, habría llegado con un hacha a mi casa gritando como Xena, la princesa guerrera.
Otro fail, ¿tal vez fue el timing? Salí más de un año con un mae enclosetado, y una vez —ya yo lo presentía, uno ve venir esas cosas— me invitó a caminar alrededor del TEC. Nada más romántico que el campus del TEC, rodeado de gente sin dormir, cero restaurantes y un silencio histérico de estudiantes maltratados ❤️ . En fin, yo ya no quería sentirme como un amante furtivo como si él estuviera casado (no lo estaba, estábamos ambos en nuestros 20 s) y él no estaba listo para salir del clóset, entonces, aunque ambos nos queríamos, era obvio que teníamos que terminar. Él iba caminando escuchando «Va Todo Al Ganador» de Abba, con sus audífonos colgando y se escuchaba «Ya no quiero hablar, ya se dijo todo. Duele aún mover, cosas del ayer». Le pregunté: «¿Quién de los dos ganó con esto?» y me dijo: «Creo que los dos perdimos» y lloramos mientras caminábamos como en una película de Julia Roberts, con la diferencia, obvio, de que los protagonistas en esas películas siempre acaban bien. Entonces nada tenía que ver con Julia Roberts, 0/10 esa comparación.
No sé si es un fail una vez que fui un solo cuerpo con un mae que tenía una imagen gigante de La Virgen frente a la cama (¿con qué objetivo, amigo?), y a los días me invitó a tomar café. Para saber si me ponía los bóxers buenos, le dije «¿A comer o a ser una sola carne?» y nunca me contestó. Interesante que esa misma pregunta me hizo mi actual novio y marqué con una equis la opción dos y ahí seguimos. Creo que al primer mae le pareció una pregunta ¿de promiscuo? No sé, pero bueno, él se lo perdió.
No sé si cuenta como un fail cuando salí como por dos años con un mae que «no quería nada serio» y un día llegué a mi casa Y ESTABA TOMANDO CAFÉ CON MI MAMÁ. Solamente lo aguanté porque era guapo y muy encantador. Una vez en La POPS, un empleado le mandó su número teléfono en la servilleta del milkshake (o de la milkshake, elijan ustedes) y no tengo palabras para expresar lo que sentí, así que voy a usar este meme, que tiene palabras, así que podría usarlas, pero la imagen ilustra mi sentir.
Con él, el fail fui yo aguantándolo solo porque era guapo, porque una vez me dijo: «¿Por qué está usando esa ropa? Pensé que se iba a arreglar un poco para mí» y otra vez: «Qué raro, ese mae se quedó viéndolo. Normalmente, me ven a mí», con ese tono que suena a broma, para enmascarar qué era realmente lo que piensan. En fin, a él lo terminé una vez que estábamos tomando café y me sacó un libro para leerme poemas de Borges, así que, en ese caso, en lugar de en fail terminé en un win.
Siento que, a pesar de todo, no tuve muchos fails porque, por alguna u otra razón, la gran mayoría de maes eran dulces, cariñosos y en general buenas personas. Mmmm. Me hace pensar que tal vez el fail era yo.
Óscar Solano, ingeniero en computación, escritor de corazón. Ama explorar la escritura en todas sus formas, odia hablar de sí mismo en tercera persona.