Sin Categoría

Saliendo de los chingos

Por Robinson Segura
@robinsonseguraq

Pero cuando por decisión propia empezás a salir de ahí, se abre un mundo entero de posibilidades impensables debajo de los chingos de mi mamá.

¿Qué era eso que pensaba cuando estaba chamaque? ¿Qué era eso que me llenaba de tanta esperanza y alegría? De fijo no era pensar que iba a ser grande e iba a estudiar mientras trabajaba y tenía que quedarme despierto hasta las tres de la mañana haciendo trabajos; mentira, indirectamente sí era eso.

Esto de salir de los chingos de mi mamá para realizar una vida propia, independizarme de lo que siempre ha sido mi pilar para llevar un vida integral, feliz y tranquila, no pensé que fuera así. Mi yo de 9 años no pensó en todo lo que esos deseos traerían a su vida.

A mis 10 años pensaba que cuando cumpliera los 18 años ya tendría mi vida resuelta, ya tendría dinero para viajar y hacer lo que mi mente y corazón me dijeran, no pensaba que todavía a mis 19 no tendría mi vida resuelta.

“Ya quiero estar en la U para estudiar lo que quiera y no estas materias que no me sirven”, dije a mis 15 años, sin saber, que hoy, a mis 19 todavía no estoy 100% seguro de que es lo que quiero estudiar y realizar toda mi vida.

Salir de los chingos de mi mamá me trajo todas las situaciones que nunca pensé y todo lo que alguna vez pensé no se ha dado. No estoy infeliz con ello, después de salir de ahí me di cuenta que todo es un proceso, que no puedo acelerar las cosas a mi modo y de la manera en la que a mí me gustaría.

Además de salir de los chingos pude hacerle frente a los mismos. Cuando uno está debajo de estos es muy difícil expresar cómo unx se siente al 100% pues existe el temor de que te echen de ahí, pero cuando por decisión propia empezás a salir de ahí, se abre un mundo entero de posibilidades impensables debajo de los chingos de mi mamá.

Salir de ahí y hacer mi vida propia y tomar mis decisiones por mí y no por nadie más es probablemente la mayor satisfacción de lograr esa independencia. Poder amar a la persona que amo sin reproches, poder cagarla infinitas veces, poder hacer con mis estudios lo que quiero, y saber que todo lo hice por mí y para mí, es la mejor parte.

Ese lugar que una vez fue el único que me daba calor y me sentía seguro se amplió, y abrí mis horizontes a más personas y lugares que serían igual de estables y seguros conmigo.

La independencia del hogar no es tan mala, salirse de los chingo de mami no es tan malo.