Le consultamos a tres nutricionistas costarricenses para que nos compartieran su parecer con respecto a esta las etiquetas.
Por Arturo Pardo
A inicios de agosto, el Ministerio de Salud anunció que ocultaría las advertencias de etiquetado frontal de advertencia nutricional (FOPNL por sus siglas en inglés) de los productos importados o distribuidos en comercios.
Este tipo de etiquetas incluye información sobre los altos contenidos de grasas, sodio, grasas saturadas y azúcares en empaques de alimentos empacados. Usualmente, el objetivo principal de los FOPNL es que la población reduzca el consumo de productos ultraprocesados y procesados que tienen exceso de contenido de sal, azúcar y otros.
Por medio de una circular, la Dirección de Regulación de Productos de Interés Sanitario explicó que “dichas advertencias no responden a la regulación establecida en Costa Rica”. A la vez, indica que los importadores y distribuidores serán los responsables de que la etiqueta quede apropiadamente oculta.
De manera adicional, el comunicado del Ministerio de Salud indicó que la intención es que en Costa Rica se pueda actualizar la regulación vigente. De esta manera, se busca asegurar que los consumidores recibirán la información clara sobre el contenido nutricional “basada en parámetros aplicables en el país y no en resolución adoptada en otras naciones”.
Ante esta medida, le consultamos a tres nutricionistas costarricenses para que nos compartieran su parecer con respecto a esta las etiquetas, para entender las consecuencias o puntos de mejora a partir de la decisión.
“Las etiquetas de advertencia son realmente útiles porque no todas las personas necesariamente saben leer las etiquetas nutricionales. Ese desconocimiento les dificulta saber qué les conviene escoger. Cada vez hay más menores de edad con un aumento importante en triglicéridos o niños con pre diabetes, en parte por lo que consumen en sus meriendas. Al estar en el supermercado, estas etiquetas podrían ayudar a elegir mejor el tipo de alimentos y eso podría contribuir para los padres al comprar.
Una de las ventajas de estas etiquetas es que le aportan a la comprensión tanto para personas con baja como alta escolaridad”
Melissa Morera
“El motivo de que pidan ocultar las etiquetas es porque en Costa Rica no hay una legislación específica para el etiquetado de advertencia. Entiendo que tiene que haber una norma técnica que le dé al comercio y al consumidor los lineamientos del etiquetado de advertencia, mientras que, el hecho de que no exista, hace que los productos ticos están en desventaja frente a la industria. El etiquetado actual lo que puede hacer es confundir al consumidor, por lo que estoy de acuerdo en que lo eliminen o lo tapen hasta que no exista.
En varios países de Latinoamérica el etiquetado ha sido exitoso; debemos acogernos a los criterios de la OPS y aplicarlo también acá. Son etiquetas que impactan la decisión de compra. No obstante, siempre lo más importante es la educación nutricional, si parte de la población no las entiende, quiere decir que no sirven por sí solas”.
Stephannie Cunningham
“El uso de etiquetas es una manera muy alarmista de educar a la población. Todos somos diferentes y puede que yo necesite alimentos con sodio, o con azúcar porque soy deportista. Pueda que necesite grasas porque tengo que mejorar ciertos aspectos de la salud. Es muy blanco o negro, y la alimentación no se puede ver así. En ese caso más importante leer los ingredientes que analizar el etiquetado de los nutrientes. A nivel emocional eso puede agravar trastornos de alimentación, es una campaña de miedo y muchas veces eso puede ser peor.
Muchas personas van a ver ese rombo que diga ‘exceso de azúcar’. Sin embargo, no van a saber por qué alternativa cambiarlo, entonces su frustración podría ser peor, o de primera entrada se van a sentir mal por estar comiendo ese alimento”.
Mónica Martín
Aplicación en otros países
En diciembre del 2022, un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Nevada, Reno y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) determinó que siete países miembros de las OPS han implementado el etiquetado frontal de advertencia nutricional. Estos países son Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
En otro artículo en este mismo blog hablamos sobre algunos casos en concreto.
El documento cita lo siguiente: “El FOPNL se ha extendido y evolucionado gradualmente para proteger mejor la salud al adoptar cada vez etiquetas de advertencia más grandes, contrastar los dispositivos de fondo para una mejor prominencia; usar ‘exceso’, en lugar de ‘alto contenido’ para mejorar la comprensión, y la adopción del modelo de perfil de nutrientes de la OPS para definir mejor los umbrales”.
La evidencia presente para la elaboración del estudio indicó que los países que han ejecutado este etiquetado han visto resultados exitosos. Se percibe al disminuir las compras de alimentos ultraprocesados o procesados, o provocaron la reformulación de diferentes productos. El estudio está publicado en The Lancet Regional Health Americas.