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Desconexión. Playlist por Leonardo Valverde González

Desconexión
por Leonardo Valverde González

 

Intro, por Anthony González.

We didn’t need a story, we didn’t need a real world

We just had to keep walking

And we became the stories, we became the places

We were the lights, the deserts, the faraway worlds

Es nuestro habitual comportamiento el buscar alguna ruta a la desconexión durante momentos difíciles. Durante nuestro andar, sea el horizonte claro o no, lo cierto es que no hay desconexión total durante ese camino sin pasar por el hábito improvisado o entrenado de aceptar lo oscuro, lo negativo, lo doloroso; cuestionar, y así eventualmente terminar en un mejor lugar.

Construyo este playlist que define un camino. Sendero que no lleva mi nombre, sino el de cada quién que trata de buscar un mejor enfoque para salir adelante, para realizar una verdadera desconexión y seguidamente llegar al otro lado. Ya sea a pie, por mar, o río, terminar en un lugar mejor y finalmente lograr una desconexión prolongada. Es una representación sonora de al menos intentar.

Y es que es fácil darle rienda suelta a las distracciones fugaces y abrir la puerta hacia la negación. Unos buscarán la naturaleza, unos beberán, otros harán ejercicio, otros jugarán video juegos; podrán ser efectivos los esfuerzos en la inmediatez, pero nada podrá equiparar una sincera conversación con uno mismo. Como dijo Gotye en Easy Way Out, antes de cambiar su destino inesperadamente al explotar su más grande éxito.

Nothing really happens, but it’s easy to keep busy when you tell yourself you’re traveling right.

La primera parte de este playlist define ese momento donde queremos separarnos de nuestra realidad inmediata, deslizándonos sobre sueños como turistas en montañas rusas. Dave Bayley de Glass Animals escribe en Dreamland, “Slipping through dreamland like a tourist”, o como dice mi colega Andrés Nusser, de la desaparecida banda chilena Astro, en Druida, “El druida cree que es real, vive en en un loop en su mente, un imposible, irreal túnel de luz”.

¿Cuán exitosos hemos sido cruzando ese parque temático imaginario? Compramos el tiquete especial para el viaje más extenso e increíble pero al final terminamos cayendo en la trampa de la negación. Desconexión efímera. En buenas palabras de David Velasco para M Bosque, cantante de la banda mexicana Porter, “Has ido a las estrellas… nada cambió al regresar, y no lo ves”.

Impacto rotundo. Es cuando la última atracción de este parque temático cortoplacista es un salto de avión sin paracaídas, y no hay otra opción una vez que las emociones han vuelto; no estamos preparados.

Cuando escribí Miro, no pensaba precisamente parques temáticos pero sí en ese momento donde no queda más que dejar ir lo momentáneo, lo complaciente, y saltar. Afrontar nuestros miedos, nuestra verdadera realidad. 

Siento el frío apunto de brotar en la inmensidad

Vasto mar de soledad, se acerca sin pensar

Miro objetos al margen de un altar, burlan realidad

Simples versos, arropan miedos al saltarUna vez cayendo desde ese hoyo en el cielo visualizamos el enfrentamiento de momentos placenteros y conflictivos. Una batalla mental que nos quita la paz, es justo la película que veo cuando escucho la sección final de Peace In The Heart de Kashmir.

Aterrizamos en una locación que parece digna de un escenario post apocalíptico, junto a un mar de pensamientos y situaciones. Le abrimos las puertas a la ira. El problema está de vuelta, la poca tranquilidad que tuvimos se ha ido. Nuestra primera reacción es culpar a los demás. Como bien lo dijo Gotye en Smoke And Mirrors, “Sometimes you even fool yourself a bit, it’s like magic but it’s always been a smoke and mirrors game, anyone would do the same”.

Es acá donde debemos buscar la conversación con nosotros mismos, con las diferentes versiones que tenemos. El diálogo es como estar en una corte destruida por cataclismo. Mientras un yo absoluto funge de jurado, escucha testimonios de múltiples testigos, diferentes puntos de vista de cada rincón emocional. En Violent quise escribir algo que mostrara esta interacción entre todas mis emociones. A fin de cuentas todas soy yo.

From the twisted tether we’ve come across

To the violent weather, keep on holding us

Onto tangled pillars of arguments

Until the leak taints overthrown monuments

From the forced down schema to build upon

To the loosen mind weapon we have become

From the hills of reason where we fed on

And to the violent keepers who shut the sun

I´ve come across a violent weather, it keeps holding us

Quisiera creer que el fallo ha sido siempre a mi favor. La realidad es que no. La vida es aquel subibaja que ignoramos en el parque del barrio, solo para pagar pase especial sin fila para montarnos al Ciclón Galáctico del Parque de Emociones. A fin de cuentas, lo más sencillo tuvo un significado más profundo, y como es de costumbre, lo ignoramos; lo ignoro. Espero poder la próxima vez. Poder ver más allá, y valorar el sonido de una palanca oxidada.

En todo el proceso durante la creación de mi albúm, Colina, tuve Unforgiven de Beck latiendo a mi lado. Ese inacabable viaje de autosanación. Esos años de introspección, donde cada vez me fui alejando más y más de muchas cosas y personas es descrito perfectamente por todo el conjunto que expresa esa canción. Abre la puerta a la sección del playlist antes de volver a caer en nuestro estado real, fuera de la desconexión fugaz.

Drive to the night

Far as it goes

Away from the daylight

Into the afterglow

Somewhere unforgiven

Time will wait for you

 

Down on the street

Just let the engine run

‘Til there’s nothing left

Except the damage done

Somewhere unforgiven

I will wait for you

 

Nuestra intención inicial era alejarnos, desenchufarnos de la realidad, solo para volver al inicio. Es difícil describir un estado de vulnerabilidad pero las siguientes frases recopilan esos momentos de derrota emocional donde muchos nos inspiramos, creando una sinergia con la angustia, melancolía, y/o nostalgia. Si seguimos el consejo de Beck, dejamos el motor seguir y seguir. Al momento en que nuestro vehículo nos deja de servir como placebo, llegaríamos a un desolado pueblo justo como lo describe Kasper Eistrup de Kashmir en Milk For The Black Hearted; el dolor volvió.

 

You are the rain on my lens

And the scent on my hands

And the only beat to which my heart can dance

You are the marks on my sheets

And the wind through my fleet

And the only words that I am compelled to read

 

Himno Eterno de Porter es una canción que a nivel emocional me lleva siempre a un momento así, y es similar a lo que traté de crear a la hora de componer Wood, una canción que me transporta a una tristeza total, al igual que otras canciones de Colina.

Es increíble lo que un par de palabras tan sencillas pueden lograr con la melodía correcta. Nuevamente, David Velasco me lleva de la mano a ese lugar, y me mantiene ahí de manera ¿placentera?, justo como lo hace Mew, una de mis bandas preferidas.

Y si algo tuviera el poder de cambiar aquí

Es algo ilógico, que no supieras lo que hiciste en mí

Es interesante cómo los seres humanos pasamos por los mismos procesos una y otra vez y aún así se nos hace tan difícil aprender las lecciones fundamentales del recorrido. Es como irse de vacaciones teniendo problemas de memoria a corto plazo. ¿Realmente logramos el cometido?

Parte de mí siente que algunas personas podemos sentir cierta inclinación por atraparnos en ese estado pseudo depresivo. Sin embargo, otra parte de mí quiere creer que cada duro momento puede conectar nuestras emociones de manera tal que nos permita abrir un proceso creativo de sanación. Tal vez por eso volvemos al mismo punto una y otra vez.Tal vez esto no es del todo malo, nos recuerda que estamos vivos, que somos humanos y que nuestra característica fundamental como especie no es la perfección sino el carácter perseverante y de superación.

Rows, canción de Mew, es una epopeya de carácter mágico-surrealista que me hace querer vivir eternamente atrapado en un momento de esta índole. Lo que uno podría pensar que es el cierre de la canción, por el minuto 4:41, me genera una escena en repetición con una vivacidad que podría hacerme cuestionar de sobremanera qué es real y qué no.

Es increíble como tan solo escuchar música puede estimular nuestra imaginación y hacernos sentir tanto, es un verdadero placer y privilegio. Cada vez que escucho esta sección puedo sentir lluvia caer en mi cuerpo, casi derrotado, boca abajo en una trinchera llena de barro. Me veo arrastrandomoribundo, el peso de la vida. Una luchaemocional de querer poder, y saber que siempre hay un destello de esperanza, aunque el cielo esté gris.

I’ll go away this time, hell yeah, duck down, seminal

Don’t speak of it, don’t care for it unless you’ve got something new

Juro que puedo sentir entre mis dedos el barro cuando con fuerza trato de ir hacia adelante. La canción me lleva a seguir y seguir tratando hasta llegar a ver una luz que se asoma en la lejanía, y finalmente cruzar la ancha línea que separa la superación personal de la depresión. Justo así, como bien me hace sentir el cambio a Reprise, también de Mew.

Draw for me a rainbow

To signify loving eyes

See as an example is made of me

Absently, absently

Reprise es como el abrazo de amor después de un violento altercado. Me da tranquilidad y me prepara para recibir con brazos abiertos todas las lecciones que me puede dar algún tropiezo en la vida. Ya a este punto, la sensación es más de aceptación y tranquilidad, nos sentimos más positivos, más elevados, igual de esperanzados pero divisando un camino menos doloroso.

Lift your head

Don’t forget

You are loved

5:06AM (Every Strangers Eyes) me hace sentir como esa madrugada en una cabaña desolada en Guanacaste viendo las estrellas hasta el amanecer. Nocturno descanso carente de sueño, nos hace despertar con una primera pincelada de color en el horizonte, perfecta cronología junto a Memories of Green de Vangelis. Esa paz que los que duermen no disfrutan, esos colores y sensaciones que ni el atardecer más explosivo puede dar. El carácter incomparable de comenzar de nuevo sabiendo que ahora uno es más.

And now, from where I stand upon this hill

I plundered from the pool

I look around, I search the skies

I shade my eyes, so nearly blind

And I see signs of half remembered days

I hear bells that chime in strange familiar ways

I recognise the hope you kindle in your eyes

It’s oh, so easy now

As we lie here in the dark

Nothing interferes

It’s obvious

How to beat the tears

That threaten to snuff out

The spark of our love

5:30AM, no se siente el agua fría al ducharnos. Preparamos nuestra mochila para partir, nos vemos al espejo fijamente y dejamosesa cabaña en el campo. Seguimos el sendero mañanero a nuestro propio paso, sin presiones. Felipe Pérez, ha creado en Estómago la perfecta expresión de aceptación propia.Una obra de arte. Sin duda alguna, una de mis canciones preferidas del 2020, dramatiza ese momento donde la mayor claridad solo está por venir.

De la mano

Ya sea para bien o para mal

Ya no me miento

Me conozco animal

Paso lento

No tengo más que lo que siento

Amo mis colmillos

Y amo mis manchas por lo que son

No me miento

Me conozco animal

Voy y vengo

No tengo más

Si alguna vez caminar por la nostalgia fue placentero, fue la vez que cruzamos ese trillo en la mañana viendo el sol moviéndose mientras escuchamos Learning To Fly de Tom Petty and the Heartbreakers. Esta canción describe con un tono bastante reconfortante lo que es vivir, y escucharla en el momento en que uno ya ha salido de lo peor solo refuerza el hecho de que siempre podemos salir adelante de la mano de las mismas emociones. Es la canción que sonaría mientras caminamos todo un día

Well the good old days

May not return

And the rocks might melt

And the sea may burn

I’m learning to fly

But I ain’t got wings

And coming down

Is the hardest thing

Now some say life

Will beat you down

Yeah, break your heart

Steal your crown

So I started out

For God knows where

I guess I’ll know

When I get there

La sensación de verdaderamente quitarse pesos de encima es inigualable. El proceso puede ser diferente para todos, pero de alguna manera hay una constante en el éxito personal, y este es el autoanálisis. No quiere decir ser duros eternamente con nosotros mismos, es el carácter de salir adelante.

No hay verdadera desconexión de los problemas si no logramos tener ese diálogo, esa evaluación personal, ya sea solos o con alguien que sepa escuchar. Es lo que nos lleva al final de un camino de manera exitosa, a una verdadera celebración. Ese baile llamado vida, que independientemente de nuestras creencias, es la única que tenemos y hay que aprender a vivirla mejor cada día; para que mientras más viejos nos hagamos, más larga pueda ser la desconexión real y más jugo podamos sacarle a los momentos oscuros por los que pasemos. Cerramos con la última danza de Anthony González, Outro.

I was the king of my own land

Facing tempests of dust, I’ll fight ‘til the end

Creatures of my dreams raise up and dance with me!

Now and forever, I’m your king!

Leonardo es músico integrante de la banda 424 y recientemente lanzó su primer album de larga duración titulado Colina bajo su proyecto artístico V.Lander. Disponible en Spotify, Bandcamp y demás plataformas de audio.