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Pequeños cambios para lograr un estilo de vida más sostenible

Por José Dengo Garrón
@jrdengo

Adoptar un estilo de vida más sostenible es algo que se logra mediante un proceso incremental y constante.

Cuando se habla de alcanzar el desarrollo sostenible, la conversación tiende a centrarse en los cambios que deben darse a gran escala, a nivel nacional y supranacional, para concretar la transición hacia una sociedad más amigable con el ambiente. Ciertamente, los grandes retos ambientales a los que se enfrenta la humanidad en este siglo XXI, como el cambio climático, la degradación de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, requieren de enormes esfuerzos por parte de la comunidad internacional para revertir estas tendencias y heredarles un planeta más sano a las generaciones venideras.

Sin embargo, no debemos perder de vista que estos cambios de gran escala dependen, ultimadamente, de las acciones que tomemos a nivel individual. Los estados y organismos internacionales pueden diseñar políticas que influyen en el comportamiento de las personas, pero nosotros tenemos la capacidad de acelerar el proceso tomando mejores decisiones en nuestro día a día. En este Mes de la Tierra, compartimos algunos consejos para implementar cambios en nuestro estilo de vida y que inciden positivamente en nuestro entorno:

Consumo responsable

Nuestras decisiones de compra – qué comemos, cómo nos vestimos y hasta cuáles productos usamos en el hogar – son de las formas más directas y poderosas que tenemos para reducir nuestra huella ambiental. Adoptar una dieta orgánica y más basada en plantas es una acción de gran impacto, pero no es para todo el mundo. Sin embargo, con solo hacer un esfuerzo por consumir más productos frescos y de producción local, estaremos evitando una cantidad importante de emisiones generadas por el transporte y toda la cadena de logística asociada con la producción de alimentos. La industria textil es de las más contaminantes y genera enormes desperdicios de agua. Dichosamente, está en auge la tendencia de ropa de segunda mano (“pre-amada” dicen los influencers), que permite extender el ciclo de vida de cada prenda y reduce la presión por producir y desechar.

En cuanto a productos para el hogar, existe una gran variedad de alternativas que son menos contaminantes, más eficientes y más duraderas que las opciones convencionales. Muchas veces también son más caras y eso siempre debemos tomarlo en cuenta. Pero nada nos obliga a cambiar todos los bombillos o todos los productos de limpieza al mismo tiempo, de la misma forma que no tenemos que renovar nuestro vestuario o adoptar una nueva dieta de la noche a la mañana; son cambios que se pueden hacer de forma gradual hasta que, ojalá, se conviertan en nuestra nueva línea base.

Movilidad y actividad

Cómo nos movilizamos también incide de manera directa en nuestra huella ambiental, sobre todo en un país en el cual cerca del 60% de todas las emisiones carbono proviene del uso de combustibles fósiles para el transporte. En Costa Rica tenemos un sistema de transporte público ineficiente y desintegrado, lo que empuja a muchas personas a buscar soluciones individuales de transporte. Estas pueden ser amigables con el ambiente (vehículos o motos eléctricas) pero siempre suman al congestionamiento vial y terminan siendo parte del problema.

Idealmente, lo que buscamos es reducir los desplazamientos innecesarios, para que las personas dispongan de más tiempo libre y una mejor calidad de vida. Por esta razón, muchas personas busquen mudarse cerca de sus lugares de trabajo, lo cual abre la posibilidad de ir al trabajo caminando o en bicicleta. Otra tendencia que observamos es que cada vez más personas se acogen a la modalidad de teletrabajo, un cambio que llegó para quedarse con la pandemia de COVID19. El tiempo ahorrado por no tener que viajar al trabajo está siendo aprovechado por muchos para realizar deporte al aire, como el boom de ciclismo que se ha observado durante el último año. Sin embargo, no todas las personas pueden mudarse fácilmente de casa, o sus empleos no se prestan para hacer teletrabajo. Para esas personas, y para todos nosotros, debemos tomar acción en el campo político, exigiendo mejoras en planificación urbana y transporte público. 

Reconectar con la naturaleza

Tenemos el enorme privilegio de vivir en uno de los países con mayor riqueza de biodiversidad en el mundo, con una enorme variedad de paisajes increíbles que hacen de Costa Rica un lugar único en el mundo. No importa en qué parte del país vivamos, siempre vamos a estar cerca de playas, bosques, montañas, cataratas y volcanes. ¡Aprovechémoslo! Disfrutar a menudo de las riquezas naturales de nuestro país no solo es sumamente placentero y divertido, también nos ayuda a generar conciencia sobre la necesidad de proteger el ambiente. Si desarrollamos esa preocupación por nuestro entorno, puede facilitar los cambios de comportamiento mencionados en párrafos anteriores. De repente, no nos va a parecer tanto sacrificio reducir el consumo de ciertos alimentos, o dejar el carro guardado para ir al trabajo en bicicleta.

Como cualquier desarrollo de nuevos hábitos, adoptar un estilo de vida más sostenible es algo que se logra mediante un proceso incremental y constante. La intención de este artículo no es de promover cambios radicales, sino de compartir algunos consejos sobre cosas que podemos modificar en nuestra cotidianidad, que con el pasar del tiempo van generando efectos sinérgicos. Si logramos interiorizar esa conexión entre la salud del entorno natural y nuestro propio bienestar, estaremos dando un gran paso en la dirección de la sostenibilidad.


Empresario y consultor en ambiente, responsabilidad social corporativa y alianzas-público privadas para el desarrollo sostenible