Por Néstor Villalobos
@nestorvc
Si dar un primer beso ya era difícil, ahora sumémosle bajarle la mascarilla a alguien. Se han oído historias incluso de personas que olvidan este detalle y roban un beso mascarilla-a-mascarilla.
Ligar en tiempos de pandemia ha acelerado el amor y no necesariamente es algo malo. Me encanta que los dates ahora empiezan antes de las 6pm y para las 8:45 p.m. máximo ya hay que saber si nos gustamos o no.
Muchas cosas han cambiado, algunas incluso particulares para las condiciones en Costa Rica. Las cartas de amor ahora son firmadas por la empresa y permiten a las parejas verse aunque haya restricción, abrir la puerta del carro esta lindo pero llegar con una prueba de antígenos vigente está más lindo aún, ofrecer alcohol antes de saludarse ya no lo hace a uno quedar como un borracho y descartar a alguien porque anda mal puesta la mascarilla es entendible.
Los lugares también han cambiado. Extraño que ya no se puede ir a un karaoke en una primera cita, aunque algún concho dirá que más bien eso me ha favorecido. En cambio lo digital es ahora el lugar común. Tinder e Instagram siempre estuvieron ahí.
Responder con 🔥 o una 😂 suele ser el primer paso. Incluso un 💯 para los que tienen complejo de profesor. Comentar que se tiene ya la segunda dosis de Pfizer ahora es una línea válida en Tinder. Contarle a los amigos que conoció a alguien en la fila de vacunación del EBAIS podría ser una anécdota creíble. Incluso hasta aplaudida. “Buen filtro” dirían algunos. Pero cosas que ni en chick flicks como 13 Going on 30 lograron pronosticar son los cada vez menos raros dates por Zoom, copa de vino y perfume incluido. Cronometrados a 45 minutos si aún no se paga la cuenta Pro. Algo así como una prueba gratuita de la experiencia en persona.
Sin embargo, no todo son maripositas y antígenos, también hay situaciones que se han vuelto más extrañas. Si dar un primer beso ya era difícil, ahora sumémosle bajarle la mascarilla a alguien. ¿Qué diría Daniel Salas? ¡¿Se dejaría Daniel Salas que le bajaran la mascarilla para recibir un primer beso?! Nunca lo sabremos. Se han oído historias incluso de personas que olvidan este detalle y roban un beso mascarilla-a-mascarilla. Beso a la tica, nada que envidiarle a los franceses. Puntos extra además si eran dos KN95. Sin embargo, como todo en la vida, la calamidad y sudar frío han generado oportunidad.
Están los decididos que, antes de despedirse, proactivamente se quitan la mascarilla y dan claras señales de que quieren terminar la cita con cariño. También las empoderadas que saben que faltan 20 para las 9:00 p.m. y roban un beso porque no hay tiempo que perder.
Al final, la pandemia ha obligado a la gente a ser valiente con el amor. No solo porque literalmente estamos exponiendo nuestra salud, si no también porque “la variable tiempo” ha hecho evidente que tenemos que atrevernos a demostrar lo que sentimos por los otros en el lapso corto que tenemos a nuestra disposición. Creo que esto es una gran lección de vida para las relaciones (románticas o no) que tenemos con personas que queremos.
Un aplauso de pie con chiflido para los que se han atrevido a conectar con gente incluso en estas circunstancias, con mascarilla o careta, virtual o presencial, con o sin Tinder, con alguien nuevo o viejo, por que como decían en el final de Fleabag, el amor es algo que la gente débil no hace.
Me llamo Néstor, pero también me dicen Nes. Vivo con mi gata y no tengo gorras de #YoSoyTico. Fan de Carl Sagan y la gente que aprecia la salud mental. Antes del COVID posiblemente me podrían haber encontrar en algún karaoke josefino