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Un clic en la creatividad culinaria

Por Jorge Cascante Villegas
@yan_villegas_

Diariamente aparecen múltiples ideas o cuestionamientos sobre cómo mejorar lo establecido.

Al hablar de creatividad en una cocina, ¿cómo podríamos expresar a qué hace referencia? Sin duda es un “chispazo” momentáneo, una inspiración efímera que no todos logramos representar de la misma manera y ahí, querido amigx, es donde encontramos la belleza del arte: el arte culinario.

No podemos hablar de un ambiente en una cocina sin antes mencionar lo importante de una persona cocinera creativa, espontánea, capaz de hacer algo increíble con lo mínimo. Este gran atributo no solo lo podemos ver como algo físico en un platillo terminado, sino también, en cómo reestructurar una receta al darle un giro agregando o restando ingredientes, experimentar con los diferentes sabores y salir del molde, ir más allá de lo habitual.

Al hablar desde mi experiencia dentro de este ambiente laboral, puedo asegurar que diariamente aparecen múltiples ideas o cuestionamientos sobre cómo mejorar lo establecido, cómo lograr que la gente dirija su atención y digan: “Hey, ojo acá, esto es algo diferente”. 

Eso es lo que hace que esa meta se convierta en un estilo de vida. No voy a mentir, hay momentos en los cuales uno desea encontrar la solución más sencilla, como en todo, pero ganan los dolores de cabeza, las dudas y la inseguridad, sin embargo, estos momentos “negativos” ayudan mucho a saber hacia dónde dirigir el esfuerzo, cómo expresarlo y, principalmente, cómo crearlo. 

Desde fuera, la gente suele ver cosas muy bien preparadas y presentadas pero, quizás, no son conscientes del proceso en la creación de ese platillo. ¿Por qué los vegetales van en esta posición? ¿Por qué el alimento estrella del plato va de esta forma? Eso y más, va perfectamente analizado por el grupo en cocina que, con su estilo y sus ideas en conjunto, hacen que ese momento sea clave para esa persona que lo consume. 

No puedo finalizar sin recalcar que muchxs pasamos una larga sequía de ideas, de no saber hacia dónde ir. Muchxs, por no decir que la mayoría, tenemos un área favorita, un lugar en la cocina donde creemos que es lo mejor para nosotrxs. Sin embargo, a veces se nos olvida que podríamos llegar a percibir algo que nos haga “clic” y nos permita darnos cuenta de que todos los caminos que se nos abren. Son todos esos caminos que pensamos que jamás podríamos recorrer; esa fue mi experiencia con la cocina vegana/vegetariana, que nunca vi como algo posible, al creerla un área limitada, cerrada y sin vida. Al estar involucrado en una cocina dedicada a este estilo de vida saludable, pude ver un panorama más amplio del que creí originalmente y el “chefcito” interno empezó a maquinar. Ahí fue dónde recordé que no hay peor intento que el que no se hace.