Columna, Iside Sarmiento

Saludos, flechas y peajes energéticos

Por Iside Sarmiento

Transcripción literal del Audio. 12:15 mediodía. 

“Hola Maestrhitaaaa (así nos decimos de cariño). Vieras queeeee, me acuerdo de vos cuando salgo a la calle, porque la gente está con eso del abrazo con el codo y yo no puedo evitar recordarme de tus enseñanzas; de cómo esos ángulos dirigidos hacia una persona, son como una lanza, una flecha, que es “Bad Feng Shui”. Y cuando llego donde alguien y me señala con el codo siento una lanza… mae… como un “Bad Feng Shui”. 

Entonces estoy saludándome diferente. Nada más mostrando la palma de mi mano y llevándomela al corazón. Peeeeroooo sí… No sé cómo caló esa enseñanza en mí, y me da risa porque le estoy diciendo a mi gente cercana: ¡No saluden así! “Bad Feng Shui baby, my Master told me so”. 

Jajaja. ¡No saben la gracia que me hizo escuchar ese audio esta mañana!

Primero porque admiro y quiero tanto a mi “Maestrhito cómico” que con sólo escuchar su voz me pongo feliz, pero hoy la voló. Que una persona del calibre de Shanti ate esos cabos, me encanta. ¡Y es que tiene toda la razón! Yo también sentía raro hacer eso el saludo del codo, solo que no había dado para atar cabos. Ahora me parece súper lógico. Creo que al final los maestros lo que hacen es recordarte las cosas que ya sabés pero que habías olvidado.

La energía se puede redirigir a antojo. Y siempre, siempre, siempre va a tener que pasar por algún peaje antes de llegarte. Peajes energéticos. 

Con Shanti hemos construido varios sueños porque además de activador de la felicidad es un arquitecto muy creativo, por lo que conoce bien las bases de construcciones Feng Shui y la creación de espacios bellos, fluidos y saludables. 

Obviamente lo de las “flechas venenosas” lo tiene muy presente y solo alguien tan sensible como él pudo, no solo explicarlo en palabras simples, sino también inventarse un nuevo saludo para erradicar de su entorno el saludo venenoso. Si yo algún día fuera Presidenta, Shanti sería el Vice de fijo.

Las flechas venenosas son ángulos puntiagudos que nos apuntan y que hacen que la energía se mueva con mucha más rapidez. Como cuando te cae una catarata en la espalda. El movimiento de la energía se acelera cuando pasa por techos en declive, esquinas, escaleras y pasillos largos que le lleguen de frente, de espaldas o de lado mientras se duerme, trabaja y ahora en estos nuevos tiempos y según las sabias apreciaciones de Shanti saluda. 

La energía nos rodea y nos impacta. Se puede sentir, oír y algunas personas hasta dicen que pueden verla. Lo cierto es que la ciencia ya demostró que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. Es por eso que, cuando se topa a otros factores físicos, cambia de forma, se detiene o se acelera o se dispara. 

Desde el punto de vista del Feng Shui, si un ángulo le apunta directamente a su puerta de entrada, cama, escritorio u oficina es posible que sienta intranquilidad, insomnio o falta de concentración por decir lo mínimo. Llevado a la gran escala, en Hong Kong, donde está el metro cuadrado más caro del planeta, los dueños de grandes edificios tratan de comprar las propiedades circundantes y convertirlas en parques con tal de que no les construyan algo que pueda, por ser una flecha venenosa, desequilibrar el Feng Shui de su edificio. 

Si usted recibe el efecto de un flecha venenosa y no puede moverse, podría minimizar el efecto nocivo de esta energía de tránsito rápido con plantas, esferas, cristales faceteados y objetos reflectivos, como los espejos. 

Pero como nadie va a andar en la calle con cristales colgando y muy probablemente se va a topar con personas a quienes querrá saludar, el nuevo saludo de Shanti me parece una opción más linda para hacer, tomando en cuenta las tendencias actuales. Llevarse la mano al corazón al ver a una persona, y sonreírle, puede ser el gesto de amor más lindo y más Feng Shui en estos nuevos tiempos. 

Pueden seguir a Shanti en el https://www.instagram.com/shantihappinesscoach/

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Hija de Mercurio, me he dedicado por 46 años a la curiosidad y a enamorarme de seres extraordinarios. Como Periodista y amante de la risa me inspiran Luis Chaves y Hernán Jiménez. No trabajo, porque dichosamente me gano la vida haciendo dos cosas que me gustan: compartir aceites esenciales y asesorar el Feng Shui de desarrollos inmobiliarios. Tengo el corazón más grande que la razón. Tai Xhong Fu, mi gato adorable, es mi asistente. Le gusta escoger las cartas del I Ching y la editorial a su nombre ha publicado cuatro de los cinco libros que escribí. 

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