Por Isela Corrales
A las personas mayores les permite sentirse útiles, importantes, realizadas, lo cual aumenta la autoestima, la vitalidad y la energía para los retos de la vida cotidiana.
Las personas adultas mayores en la interacción con otras generaciones, dentro y fuera del espacio familiar, tienen tres funciones principales. La primera de ellas es que se convierten en agentes de socialización, es decir, asumen los procesos mediante los cuales se transmiten los valores, las creencias y las costumbres. Por otra parte, se convierten en cuidadoras de las generaciones más jóvenes, especialmente de los nietos y las nietas, y tercero, son transmisoras del conocimiento y las experiencias que van a influir directamente en la forma en que se relacionan con otras personas y estas con ellas a partir de las construcciones llamadas estereotipos.
Esto marca la importancia de mantener relaciones cordiales y armoniosas entre las generaciones, realizar actividades conjuntas que sean del interés común y propiciar el intercambio de vivencias y aprendizajes cotidianos.
Una estrategia para conseguir relaciones saludables es motivar el diálogo y la comunicación constante, así como programar actividades familiares o de amistades que involucren la participación activa de diferentes generaciones.
El intercambio, para que sea real, debe ser significativo y afín a los gustos e intereses de quienes participan. Por lo tanto, se trata de buscar el equilibrio y hacer evidentes los gustos, preferencias, habilidades y pasiones de cada cual, y encontrar puntos de encuentro.
Por ejemplo, algunas de las actividades que pueden realizar de manera conjunta las diversas generaciones son:
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- Practicar juegos tradicionales y al aire libre, en los cuales las personas adultas mayores expliquen las formas en que se jugaban en su infancia.
- Hacer paseos a parques u otros sitios recreativos en los cuales compartan tiempo conociéndose e interactuando.
- Practicar en casa juegos de mesa que, además de la interacción personal, estimulen la memoria y otras habilidades mentales como la concentración y la agilidad
- Compartir el uso de tecnologías actuales como la computadora, los juegos de video y reproductores de música. De esta forma se acerca a las personas adultas mayores a espacios que son menos habituales para ellas.
- Compartir la elaboración de manualidades y artesanías.
- Contar cuentos, historias, anécdotas del pasado, así como leer sobre temas de interés común.
- Asistir en conjunto a espectáculos culturales, artísticos y recreativos en general.
Es importante hacer saber que, para que estas actividades resulten efectivas, es necesario que se desarrollen en un clima de respeto, tolerancia y aceptación de las diferencias que se marcan no solo por las diferentes personalidades, sino también por las características propias de cada etapa del ciclo de vida.
Los beneficios de las relaciones intergeneracionales son para todas las personas que participan. A las personas mayores les permite sentirse útiles, importantes, realizadas, lo cual aumenta la autoestima, la vitalidad y la energía para los retos de la vida cotidiana. Mientras tanto, a las personas de otras generaciones le permite acceder a redes de apoyo, cambiar su imaginario sobre la vejez y continuar aprendiendo.
La Magíster Isela Corrales Mejías es Gerontóloga, Directora de Programas Gerontológicos, AGECO.