“Hablamos de diseño y no de arte porque todas las piezas que están tienen una función, cuentan historias, pero recreaban algo ahí. Venimos de una cultura milenaria donde el diseño ha sido una pieza fundamental. “
Entrevista por Arturo Pardo
Durante la Semana del Diseño de Costa Rica (SDCR), celebrada en abril pasado, por primera vez un páis fue invitado de lujo. Perú y sus iconografías se apropiaron de una sala del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, en una muestra que todavía sigue espuesta, con las puertas abiertas a la historia, la diversidad y la vigencia. Las piezas, de múltiples formatos se combinan como muestras de una cultura de gráfica viva. Alfredo Enciso, cofundador de la SDCR describe el sello peruano como fresco y nueva, tomando en cuenta su significativa diferenciación de las propuestas de Estados Unidos o Europa.
Esto nace en una visita a Perú, conversando con la comunidad y viendo el desarrollo que tiene el diseño en el páis, nos pareció una excelente oportunidad para invitarlos. Estando allá, se habló y se exploró la posiiidad para traerlos como invitados. E diseño peruano se ve poco, es muy arraigado a la gráfica peruana, entonces es distinto al diseño de Europa o Estados Unidos, pero hay algo en la iconografía peruana que podia hacer de esto, una propuesta fresca o nueva. Tuvimos reuniones hasta que por patrocinio de mucha gente, logradmos armar la expo. La muestra, coordinada por los peruanos José Antonio Mesones “Goster” y Sergio Guzmán explican esto en el salón: ”Las personas visitantes pueden encontrar, en general, una selección de obras pensadas y desarrolladas en Perú, pero entendida a partir de un eje transversal, la iconografía; que en nuestro caso resulta ser una suerte de metalenguaje que sirvió, desde siempre, como un pilar para el desarrollo de nuestra cultura”. Conversamos con Sergio y Goster a continuación.
¿Cómo se convencieron de ejecutar la idea de hacer todo este trabajo para la Semana del Diseño en Costa Rica y llevarlo al MADC?
Goster: La verdad es que fue idea de Alfredo Enciso, organizador de la Semana del Diseño. Conozco a Alfredo desde hace muchos años por el FID, ya que alguna vez fui invitado. Otra vez había montado otra muestra colectiva en el mismo museo, que la había curado mi oficina. Hemos tenido una amistad larga con él. A él se le había ocurrido, al ser peruano, y nunca antes habían invitado a un país a esto, como hacen en las bienales. Fuimos tirando ideas hasta llegar a esto.
Hay más de 50 diseñadores peruanos, ¿cómo se hizo esa selección?
Goster: En un principio quisimos hacer algo más histórico, pero era algo inviable. Con el tiempo que había, era algo complicado, entonces decidimos hacer un compendio de diseño contemporáneo, aunque es cierto que quedaron nombres fuera; se hizo lo que se pudo con el tiempo que había. Lo que sí quedó fue la idea de anclar la narrativa de la muestra con esta idea que es una hipótesis de por qué el diseño peruano es interesante. Tenemos 5.000 años de historia del diseño, todas las culturas que pasaron par acá se comunicaban a través de piezas: cerámica, telares, el tema textil es importante en el Perú y el tema de la iconografía con una capacidad de síntesis para contar piezas complejas. Eso se ve hasta en diseños en las paredes.
Armando Andrade, que es uno de los pioneros del mundo de diseño profesional, con un estudio de diseño de branding desde hace años, tiene una colección de arte. Él nos aportó un compendio del diseño contemporáneo.
En el Diseñoque (actividad de un día con charlas en la SDCR) explicamos esta historia de cómo estamos anclados a una cultura de diseño. De alguna forma en Perú hemos consumido diseño desde los textos escolares a través de esta iconografía que ya a nosotros se nos hace cotidiana porque la hemos consumido siempre. Son iconos con capacidad de síntesis y una relevancia que a veces parecen logotipos hechos hoy.
Me llama la atención que hablan de diseño y no de arte.
Goster: Hablamos de diseño y no de arte porque todas las piezas que están tienen una función, cuentan historias, pero recreaban algo ahí. Venimos de una cultura milenaria donde el diseño ha sido una pieza fundamental.
El otro tema importante en esto era la diversidad. El Perú es muy complejo y diverso a todo nivel, culturalmente, geográficamente, es un sancocho de cosas, pero creo que al final suman para algunas cosas, tanto en la gastronomía y ahora en el diseño, ha aportado. Es la primera vez que se hace un compendio de todos los diseños; ni siquiera en Perú lo hemos hecho, no a ese nivel ni a ese tamaño o con cosas tan diversas: diseño industrial, diseño de producto, diseño gráfico, textil, arquitectura…
Armando (Andrade) dice que esto es un hito en la historia del diseño y siente que es una prueba para ver si luego se puede mover por otros ámbitos. Sergio Guzmán es arquitecto y yo diseñador gráfico; ni él ni yo somos curadores o museógrafos, pero estábamos recibiendo un encargo grande, con un peso y finalmente creo que tuvo un resultado con el que ambos estamos contentos, que hicimos con presupuesto cero. Ha sido algo titánico.
Se eligieron diferentes disciplinas, desde la gráfica hasta la arquitectura, ¿sienten que hay algún denominador común en cuanto a influencias, lenguaje?
Trabajamos con las cosas que teníamos a mano, que conocíamos por un tema logístico. Teníamos un mes para seleccionar gente, más o menos cercana, que nos conociera, que nos confíe su trabajo. Se nos quedó mucha gente interesante por fuera que, ojalá para la próxima, puedan estar. Estamos tratando de hacer algo interesante que conversará entre sí, que hiciera mancuerna con esta hipótesis, que hiciera este paralelo entre el ayer y hoy y cómo ha transitado en el tiempo.
Como la exposición se centra en iconografías, quisiera saber cuáles creen que son las que de alguna forma le dan identidad a Perú.
Sergio: Goster ha dicho algo fundamental, eso de la complejidad que viene justamente de “lo mucho” que somos, del producto de un montón de procesos históricos donde ha habido migraciones. Todo eso ha ido produciendo lo que somos hoy en día. Algo rico de la muestra es que, al tener distintas manifestaciones del diseño, te habla de esa cultura compleja. Lo otro es tratar de trabajar con una línea curatorial que es el tema de la iconografía. Hay una anécdota que me gustó, siento que esto fue un ejercicio personal, casi que la hice para mí, porque la he ido descubriendo cosas que no sabía. Me acuerdo de que en noviembre del año pasado, hubo un evento: Lima Design Week, y estuvo allá Pablo Bergomi (Argentina) y con él hablábamos sobre este feeling que él tenía habiendo visitado Perú muchas veces. Tenía un feeling donde había una interrupción entre lo que se había hecho en el pasado, con lo que se venía haciendo recientemente. De cierta forma he sentido eso, y creo que un ejercicio como la exposición, me ayudó a amarrar ciertas cosas, o tender puentes entre un pasado que siempre estuvo ahí, con un presente que se está haciendo, que se va armando todos los días. Esta complejidad es algo diario. Me siento muy satisfecho porque siento que he vuelto a tejer estos nexos con un pasado. Veo las piezas que están expuestas y busco similitudes, si bien son distintos, van amarrando esto de diseño contemporáneo.
Goster: Esta idea de interrupción que exponía este señor, que ambos creíamos, no existe tanto. Hay un cordón umbilical al pasado, aunque a veces no nos volvemos a mirar qué viene de ahí, sin querer queriendo, a veces no nos damos cuenta de que está pasando, pero hay un puente, sin que haya una interrupción que pensábamos que había.
Así que el trabajo previo a la exposición les ayudó para conocerse mejor.
Sergio: Ese es el feeling que tengo ahorita. Es algo reconfortante, uno nunca para a ver esto hasta que observa estos espacios expositivos, es una cultura se ha ido creando. Los puentes han estado y tal vez no hemos tenido ni el tiempo ni el espacio para verlos.
Goster: Como no se han hecho cosas así en el pasado, estamos teniendo espacios de discusión y reflexión para ver quienes somos, adónde estamos parados, qué cosa es la cultura peruana… y bueno, es diversidad, atravesados de la precariedad, que es algo más latinoamericano. Hablamos de la cultura del recurso, se ha hablado de cómo se ha desarrollado esto, con nada de plata, con muchas ganas, viendo cómo hacer real lo que ha sido idealizado.
Esto es parte de nuestra cultura: ¿qué podemos construir con poco tiempo y poca plata?
¿Ven viable replicar la iniciativa en algún otro lugar?
Goster: Para empezar, la muestra tiene que regresar, pues por un tema de seguros esto salió como una exportación temporal, entonces tiene que volver dentro del tiempo que se dijo. La idea es poder mostrarla acá repotenciada. Todavía estamos con la resaca de lo que pasó en la Semana del Diseño de Costa Rica, pero nuestra tarea es buscar un espacio y algún tipo de auspicio para repotenciarla. Es importante tener este espacio de reflexión para todos los diseñadores, para que la gente entienda un poco más qué significa el diseño y la importancia del diseño para la cultura.
¿Qué sienten que es lo más valioso de todo esto?
Sergio: La posibilidad de compartir la cultura del diseño y poder establecer un diálogo con otros países y otras comunidades. Es valiosísimo porque pueden salir puntos en contacto, de pronto distintas energías que empiezan a suceder a partir de esta idea. Por ahí viene el aprendizaje.
Goster: Poder compartir pedacitos de nuestra cultura, donde además tenemos nexos con la cultura donde estamos compartiendo esto. Compartir con los diseñadores y curadores ya pagó el esfuerzo. El aprendizaje es haber podido parar y mirar dónde estamos parados, quiénes somos, es un primer ensayo de reflexión, como un primer punto de partida para empezar a reflexionar. Han empezado a haber puntos de conversación en relación con la profesión donde estamos metidos.
Dentro de la exposición vi obras que de alguna forma aluden al pasado de Perú, inclusive con diseños de portadas de álbumes de música, y otros quizá de una tradición más tradicional, pero con la selección también se aleja propiamente de lo folklórico, ¿cómo lograron esa parte?
Sergio: Eso es un poco lo que queríamos cumplir como objetivo, donde la hipótesis del trabajo de iconografía empieza a funcionar . El espectador pierde la sensación de qué está viendo. Como peruanos lo tenemos tan integrado, que es como inherente. Uno diseña, pero le sale esta cosa por los poros. Hay un arraigo que se manifiesta a través de nuestro trabajo.
Goster: Esta idea de diversidad no solo llevada a diferentes disciplinas, sino también gente que hace esto con propuestas de branding, o para clientes sofisticados. Estamos haciendo puentes entre cosas que normalmente no conviven, por eso tratamos de recopilar y juntar todo en un mismo espacio.