Por Ariana Sánchez B.
@arianamsb
Esta es una frase que escuché hace unos meses en un foro mexicano, y me llamó muchísimo la atención; tanto así que me puso a pensar sobre lo que tenemos en la Gran Área Metropolitana, y particularmente en la ciudad de San José.
Los olores, sabores y sentimientos que emana la capital comúnmente no son positivos. La seguridad, el ineficiente transporte, suciedad, pocos espacios verdes o lugares de esparcimiento, la falta opciones de vivienda asequibles y orden, entre muchos otros, son clamores que hacemos los ciudadanos cuando nos ahoga la ciudad.
Sin embargo, entre tanto, olvidamos nuestro sentido de pertenencia. Una ciudad que nos sostiene, y nos recibe cuando llegamos cansados de trabajar. Una en la que viven nuestros abuelos, papás e hijos, en la que muchos de nosotros crecimos y no nos imaginamos otro lugar para vivir. En medio de ese caos, encontramos un hogar.
No les voy a mentir, desarrollar ese sentido de amor a la ciudad no es fácil, pero es necesario para que ocurran cambios. Ser conscientes de nuestras necesidades, desarrollar una visión integral de lo que necesitamos y queremos, así como organizarnos en nuestros barrios será el camino que deberemos de tomar para hacer de una ciudad un espacio más vivible.
El panorama clásico de enormes edificios de las grandes ciudades está cambiando. Muchas ciudades europeas y latinoamericanas, ante la jungla de concreto están buscando devolver espacios verdes, crear economía local, generar comunidad y alianzas. Es por esto, que la visión de una ciudad como San José, deberá de aprender de experiencias pasadas, y más allá de repetir fórmulas desgastantes y poco exitosas; deberá de desarrollar y tropicalizar una estrategia para humanizar los espacios.
Pero, ¿qué podemos hacer hacer los ciudadanos para lograr esto?, la respuesta es simple: organizarnos. Todos los ciudadanos tenemos una visión diferente de lo que queremos y necesitamos de acuerdo a nuestras realidades, por lo tanto, la ciudad deberá en gran medida responder a esas necesidades. Las propuestas desarrolladas bajo la organización comunal deben llegar a nuestras municipalidades, donde tanto el personal como regidores o síndicos podrán escuchar, apoyar e impulsar nuestros proyectos.
Un buen ejemplo de esto es la organización de Hatillo Verde, quienes son un grupo de vecinos en Barrios del Sur que se unieron para trabajar por el medio ambiente, crear campañas de conciencia, limpieza, siembras y ahora está trabajando en acciones de adaptación al cambio climático. Esta organización permitió vincular a muchísimos vecinos voluntarios, incluso fuera de San José, instituciones públicas, entre otros; convirtiéndose en inspiración para otras organizaciones de la zona.
No es posible hacer de una mejor ciudad sino nos involucramos. Hemos llegado a este triste punto donde la ciudad ha dejado de ser ese espacio donde vivimos y somos, para pasar a convertirse en ese espacio donde simplemente dormimos (y a veces mal dormimos). Necesitamos recuperar ese tejido social en armonía con la sostenibilidad, necesitamos volver a vivir con dignidad.
Gestora Ambiental y miembro del Concejo Municipal de San José.