La pandemia llegó a retar las relaciones interpersonales existentes así que, con más razón, también las platónicas, las imaginarias y las deseadas.
Las preguntas pulularon entre quienes se habían prometido ligar a más no poder en el 2020. Entre las pocas respuestas que se daban en aquel contexto inesperado se hablaba, con severidad, sobre la necesidad de practicar la monogamia y no tener relaciones sexuales con personas externas a la burbuja. ¿Pero quién dijo que solo relaciones sexuales? Los besos tampoco eran recomendables, ni tan siquiera una tomadita te manos.
Los lugares típicos para ligar estaban cerrados y no solo cuando de bares y discotecas se trata, sino también de los parques. Las limitaciones abundaron, pero entonces los canales virtuales ingeniados para el cortejo digital encontraron su mejor momento.
Bumble, Tinder y Hinge (en Reino Unido), solo para citar algunas aplicaciones, se convirtieron en asideros para darse un taquito de ojo, tantear el agua y, de repente, hasta para sentir tentación de romper la restricción vehicular. ¡Ah, pero también motivó a otras personas a acompañarse en el cortejo entendiendo que tal vez lo mejor sería no verse… o no todavía!
Tantas posibilidades pueden encenderse en un romance virtual…
Es innegable que la pandemia permitió la aceleración de la evolución de este tipo de aplicaciones. Tinder, por ejemplo, introdujo los videochats a su plataforma, mientras que busca incentivar los chats entre usuarios aún cuando todavía no han hecho match.
¿Qué match querían?
En este momento el incremento en las descargas de estas aplicaciones incluso dan señales de los puntos más calientes para la variante Delta, la de moda, que sigue afectando a diferentes naciones.
¿Cambió la dinámica de ligar a partir de ahora? Se abrieron puertas que antes estaban cerradas con doble candado y la apertura para empezar a conocer a una persona nueva de manera virtual ocupa ahora una preponderancia inédita. En esta edición incluimos textos por personas que, desde su propia experiencia nos relatan sus vivencias de ligue en pandemia, no siempre reducidas a la virtualidad y, a veces, con peculiaridades antes no exploradas, como besar con mascarilla. La gráfica de la edición es obra de Chuz Monge, con imágenes de su serie “amor_es”, mientras que el playlist incluye recomendaciones musicales para las diferentes etapas del enamoramiento hasta el orgasmo. ¡Que disfruten!
En esta edición:
Ligar en tiempos de pandemia | Por Néstor Villalobos
Hablemos de ligar en pandemia | Por Paula Piedra
L̶i̶g̶a̶r̶ Conocer, besar, despedirse e intentar entender en la pandemia (en algunos actos) | Por Manuel Sancho
Entender las matemáticas de ligar sin esperar un producto final| Por Camila Molina
PLAYLIST: “La Playlist” para ligar| Por Sasha Campbell
Columna:
Reflexiones del des-burbujamiento| Por Larissa Soto
