Por Sara Cognuck González
@sara.cognuck
Cada acción que hagamos desde nuestro espacio, recursos y posibilidades, ya es parte del cambio.
Domingo 18 de abril. Apenas son las 10:00 a. m. y ya estoy en una llamada con jóvenes de distintos países de América Latina y el Caribe. Se viene la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú (como le conocemos popularmente), cuyo nombre completo es el Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe.
Esta es una herramienta de enorme importancia para una de las regiones más peligrosas para las personas defensoras del ambiente y además una de las regiones menos transparente y con menor acceso a la información.
El Acuerdo justamente entra en vigor el 22 de Abril, Día Mundial de la Tierra, muy simbólica la fecha y muy lamentable que países como Costa Rica no hayan aún ratificado el Acuerdo, dándole la espalda a esa agenda ambiental que ha caracterizado al país.
De repente me quedo viendo a estas jóvenes y me parece increíble conectar por una causa común, por el bienestar de las personas y por la integridad de los ecosistemas y me recuerdo que siempre las luchas socioambientales han sido lideradas por las personas desde sociedad civil. Incluso el Día Mundial de la Tierra tuvo su origen en las manifestaciones que se dieron en Estados Unidos, donde millones de personas salieron a manifestarse por lo que consideraban que ya era una crisis ambiental hace unas 5 décadas.
Esa unión de las personas tuvo resultados con impactos positivos en sus vidas. Estas personas estaban sufriendo por los efectos de las prácticas extractivistas y por eso, pese a no ser activistas ambientales, igual alzaron la voz.
Y de repente pienso, ¿en qué momento creímos que la defensa por el ambiente es solo una cuestión de las personas involucradas directamente en temas ambientales?
Realmente cada persona haciendo cambios en sus vidas, sumándose a otras personas para actuar, para conectar por una causa común, ya está siendo parte de lo que necesitamos para hacer frente a esta crisis ambiental que hemos vivido muchas generaciones, y que solo se intensifica.
Y mucho cuidado, no pretendo decir que la responsabilidad individual es la solución, realmente la crisis ambiental tiene un origen que va más allá de la individualidad, pero cada acción que hagamos desde nuestro espacio, recursos y posibilidades, ya es parte del cambio. Y de repente vamos a estar muchas personas de manera colectiva, como las chicas de esta llamada, actuando por una causa común.
Empezar nos puede resultar confuso, entonces hablemos un poco sobre cómo hacer para empezar. Quizás siempre decimos cosas un poco más básicas que ya has leído o escuchado, bueno cada pequeño cambio que hagamos a nivel de consumo cuenta: menos carne, no plásticos de un solo uso, hacer compras con sentido (es decir, que sea con un objetivo claro y no solo por comprar), aplicar la reutilización, separación de residuos, leer sobre el tema, hacer un uso responsable del agua, aprovechar los eventos incluso virtuales que ahora se dan tanto y conocer como está tu comunidad o país en la materia.
También podés apoyar las campañas que existen actualmente, por ejemplo, les comenté que Costa Rica no ha ratificado el Acuerdo de Escazú, hoy es un buen día para exigir a través de nuestras redes sociales que se apruebe el proyecto para la ratificación del acuerdo, podés pasar el mensaje a tu familia, amistades y personas conocidas.
Podés sumarte a procesos de voluntariados para la protección de ecosistemas como por ejemplo ir a una limpieza organizada de un río. Si nada de esto está pasando en tu comunidad o cantón, también podés empezarlo con las personas que te sean más cercanas. Toda acción cuenta.
Y para finalizar esta lluvia de ideas, una de las acciones más importantes la podemos desarrollar al votar: votemos por personas que tengan una agenda ambiental concreta, no votemos por el retroceso como personas políticas buscan a través de propuestas como la explotación de petróleo o la pesca de arrastre.
Votemos por personas que tengan un compromiso real. Esto aplica para el Gobierno Central y para el Gobierno Local, los cambios que van a frenar la crisis ambiental que vivimos, serán los que hagan quienes toman decisiones sobre nuestro presente y nuestro futuro.
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De repente veo a cada joven que está en la llamada y pienso en la magia de conectar por una causa común, pienso en la urgencia de que cada vez seamos más personas pasando desde lo individual hasta lo colectivo, sumando y exigiendo tener un presente y un futuro. Hoy Costa Rica no tiene mucho que celebrar, hoy Costa Rica sigue sin ratificar el Acuerdo de Escazú, sigue sin reconocer a los tiburones como vida silvestre (a pesar de que estén en amenazados). Sigue sin poner un freno definitivo a la exploración y explotación de petróleo, sigue con vacíos para poder sostener a las Áreas Silvestres Protegidas, sigue viendo como la agenda ambiental se lleva con discursos y como son las personas quienes la sostienen, desde las comunidades y desde las calles, desde lo individual hacia lo colectivo.
Jueves 22 de abril. El Acuerdo de Escazú se encuentra en corriente legislativa. Sabemos que nadará contra marea, pues, varias bancadas se han manifestado en contra. Sin saber cuánto tiempo más pasará antes de que se dictamine el proyecto, lo que está claro es que, será a la ciudadanía a la que le corresponderá ejercer presión por su aprobación.
Sara es gestora de recursos naturales y activista climática.