Por Alejandra García
@alefromcostarica
@theupcollectiveco
La producción de materia prima local es un paso que también nos liberará de las importaciones y nos permitirá aportar esfuerzos concretos.
El mercado costarricense de cáñamo es joven aún, pero su reactivación ha sido un esfuerzo de décadas por erradicar el tabú sobre la Cannabis sativa L. Hoy ya ofrece diversas oportunidades de nuevos negocios y de bienestar al país completo, gracias a quienes han abierto el camino con información para comprender sus beneficios. Solo falta un marco regulatorio que garantice seguridad jurídica a los participantes de esta noble industria. La producción de materia prima local es un paso que también nos liberará de las importaciones y nos permitirá aportar esfuerzos concretos al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
La Asamblea Legislativa alberga dos propuestas: Una limita el uso de la planta Cannabis (“marihuana” y cáñamo) a aplicaciones medicinales e industriales. Otra contempla el uso completo, y libre para adultos, pero el estigma que hay sobre la especie rica en tetrahidrocannabinol o THC (la molécula o cannabinoide con propiedades psicotrópicas) ha obstaculizado el avance colectivo. Alemania dejará las ideas antiguas atrás y proyecta un ingreso de más de 4 mil millones de euros y la creación de 27.000 empleos.
Un antecedente que ilustra el freno a estas iniciativas se vivió con el proyecto de ley 19.256 que propuso el diputado Marvin Atencio en el 2015: “Ley para la investigación, regulación y control de las plantas Cannabis y cáñamo para uso medicinal, alimentario e industrial”. Estuvo alrededor de 3 años en la Comisión de Asuntos Jurídicos y el ambiente de denuncias internacionales por estafas con licencias falsas de Cannabis le dio la razón a sus opositores.
Ante un nuevo intento, Procomer realizó un estudio en el 2020 y señaló que la principal diferencia entre las dos especies de Cannabis es la cantidad de THC presente en cada una. El mito a destruir es la tendencia a adjudicar las propiedades medicinales solo a este cannabinoide, cuando lo que mejor funciona es el uso de toda la planta (“marihuana” o cáñamo y todos sus cannabinoides), como afirmó Procomer.
El Ministerio de Salud sugirió hace 6 años autorizar los productos derivados de la Cannabis para tratar enfermedades o problemas de salud como última alternativa, luego de haber agotado las opciones terapéuticas existentes. Con la crisis mundial de sobredosis por opioides de hoy en día se espera que el criterio haya evolucionado y que pronto sea esta planta lo primero que se brinde para mejorar tanto la salud mental como los tratamientos antitumorales. Pues como dice la presidenta del Observatorio Español de Cannabis, Carola Pérez, el dolor no espera.
La Cannabis no es mágica, es química, y como tal su potencial de interactuar con otros medicamentos se tiene que considerar. Desde U P º nos enfocamos en informar sobre los beneficios del cáñamo (rico en Cannabidiol o CBD), acompañadas de profesionales multidisciplinarios.
Durante el Cannabis Mexico Summit se recomendó evitar involucrarse con empresas piramidales y evitar los productos del mercado negro, ya que el 80% de estos no contienen lo que dice la etiqueta y presentan contaminación (pesticidas, metales pesados, bacterias y hongos que los hacen peligrosos). En Costa Rica la única garantía es que cuente con el registro sanitario del Ministerio de Salud. Hacen falta ajustes para permitir productos hasta con un 1% de THC, como sugiere Procomer, acceso a laboratorios especializados y una fiscalización de la publicidad engañosa.
Hay referencias que apuntan que Pepe Figueres producía sacos y cuerdas de cáñamo en los años 30 en su finca Lucha sin Fin. Con la llegada de una empresa internacional en el 2012 el mercado local se reactivó y el plan es que este continúe floreciendo. Ya el país cuenta con un dispensario, suplementos en todas las farmacias, bebidas y alimentos con extractos de cáñamo en supermercados y restaurantes, productos de cuidado personal, una fábrica de construcción sostenible y todo el talento para desarrollar las más de 25.000 aplicaciones que señaló Procomer.
Se necesita abolir el tabú y continuar avanzando, promoviendo el cáñamo con la misma pasión y naturalidad que se hace con el café (con todo y su efecto psicoactivo), para acercar beneficios genuinos a la salud y al desarrollo del país.
