Columna, Iside Sarmiento

Carolina Sevilla: De sirena a tiburón martillo

Por Iside Sarmiento

Hace poco le dije que, a veces, pensaba que se iba a morir joven. Obviamente se asustó. Estoy segura de que fue porque todavía tiene muchos sueños por delante. ¿Pero a qué edad se es joven? Si fuera por currículum, sería una anciana. Si fuera por valiente, andaría como pasaditos los 20, cuando conocemos las posibilidades infinitas. Súmele otros 20 años de aprendizajes sobre la existencia y ser fan destacada de Joe Dispenza. 

La conozco desde hace más de 30 años. La he visto en clases de soldadura, siendo DJ de música electrónica, dando clases de aeróbicos y representando a Costa Rica ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La he acompañado a recoger kilos y kilos de basura en la playa, he dormido en varias de sus casas, siempre rodeada de sus propios cuadros. También la he visto conmoverse hasta las lágrimas por el concierto número dos de Rachmaninoff y enamorarse y desenamorarse súbitamente. Es muy sensible.

Su gata nació en Bushwick (un lugar muy hipster para quienes no lo relacionan). Luego vivieron en Williamsburg, Santa Ana, Playa Hermosa de Santa Teresa y ahora está de regreso en una mezcla de pueblito/ciudad. A Mia Farrow le cuelgan unos gordos en la pancita que dan ganas de apretarla toda, pero no se deja. Es furiosa, eso lo sacó del lado Sevilla.

De personalidad burbujeante, Carolina Sevilla casi nunca se aburre ni se cansa. Dice lo que siente y tiene una rapidez de opinión y de traslado a veces radical. Una vez se fue de vacaciones a Nueva York y se quedó seis meses. Luego se quedó 9 años. Hasta que se inventó literalmente un trabajo. Lo propuso y se lo dieron. Entonces volvió a las playas ticas como jefe de operaciones para Bionic: su trabajo por 4 años fue montar una operación para recolectar plástico traído por el mar a las costas, que luego sería convertido en hilo y en tela. Ropa hecha con plástico devuelto por el mar. ¡Awesome!

Es veloz. Alguien me dijo una vez que parecía que andaba “con el volumen alto” y aunque es muy pequeña y parece de 17, su presencia llena cualquier espacio. Casi imposible seguirle el paso. Ha vivido en lugares tan remotos como un sótano y el tope de una montaña. Le emociona bucear con tiburones y se compró una moto sin haber manejado una antes. Lógicamente la vendió después de la vez que se estrelló de verdad. Ha corrido una maratón de calle y otras cuantas de ideas.

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Nunca antes conocí a alguien tan valiente de hacer y proponer cambios en ella misma y para el bienestar de lo que considera es el ecosistema más importante del planeta: los océanos.

Hoy día Carolina lidera @5minutebeachcleanup un movimiento global al que siguen más de 90.000 personas—, hace su segunda residencia artística de un mes la primera fue por 6 meses y en la vida mortal es abogada. Todo simultáneamente. Tiene el aguante de alguien de 30. También creo que le gusta la vida nómada.

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Durante este mes de mayo se aloja en Casa Collective, una extensión de Casa 41, dedicada a albergar a artistas con un mensaje más allá del color y la forma. Su exposición se inaugura la tarde del sábado 22 de mayo. “Las personas necesitamos creer en algo. Y a veces un objeto de arte cumple ese objetivo. El arte es un medio para conectar con la consciencia. Y ahora se ocupa más que nunca”.

Como la naturaleza misma, esta Master en Derechos Humanos, Diplomática, Tree hugging hippie,abogada y artista tiene una rápida capacidad de adaptación. No se considera artista. Dice que, en todo caso, es más una “ArtiVista”. Y que aunque siempre le hubiera gustado vivir del arte, todavía no había podido.

Creyente fiel del poder de la conciencia colectiva, está convencida de que cualquier persona al observar de cerca el consumo de plásticos en el planeta puede comprender su papel en la cadena en la contaminación de los océanos. Se siente optimista. Su mensaje en esta intervención en Casa Collective se trata de colores y expansión. 

Personalmente Carolina nunca deja de sorprenderme. Me encantan sus historias de vida, las vivo yo también indirectamente. Es una mujer impredecible. Eso le encanta. De seguro su próximo tatuaje será de una mantarraya.


Iside es periodista, empresaria y experta en aromaterapia y Feng Shui. Podés seguirla en su página www.isidesarmiento.com