Por Arturo Pardo
Arte por @nillocr
Te damos recomendaciones para poner en práctica, evitar los malestares y gozar de mejor salud estomacal.
Nuestra alimentación habitual puede llegar a acostumbrarnos a tener sensaciones estomacales a lo largo del día, o justo después de comer. Es decir, percibimos activamente que algo en nuestro sistema digestivo está moviéndose.
El médico naturista español Jordi Sagrera-Ferrándiz explica lo siguiente en su libro Una digestión perfecta: “La realidad es que no es normal tener un poco de ardor después de comer, sentir el estómago hinchado o alternar períodos de diarrea y estreñimiento. Las molestias se producen por alguna causa y esta puede estar en ciertos hábitos”.
¿Entonces cuáles son esas causas?, ¿es posible cambiar los hábitos para mejorar la digestión? Justamente de eso hablamos en este artículo, donde citamos algunas recomendaciones que podrías poner en práctica para evitar los malestares y gozar de mejor salud estomacal. Esto conllevará también una mejor absorción de nutrientes, tener más energía y un sistema inmunológico fortalecido.
Vamos con los 5 hábitos para mejorar la digestión:
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Comer con conciencia y a paso lento
En nuestro mundo acelerado, a menudo nos apresuramos a través de las comidas sin prestar mucha atención a los alimentos que consumimos. Practicar la alimentación consciente implica frenar y saborear cada bocado. Hay que recordar que la digestión empieza con la salivación, y al introducirse un bocado. Al masticar los alimentos a conciencia, ayudamos al proceso de descomposición, lo que facilita que nuestro sistema digestivo procese y absorba los nutrientes. Además, esta práctica nos permite disfrutar más de nuestras comidas y evita comer en exceso, lo que puede sobrecargar nuestro sistema digestivo.
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Incluir suficiente fibra en la dieta
La fibra es un aliado esencial para una buena digestión. Ayuda a mantener un tránsito intestinal regular, evitando problemas como el estreñimiento. Alimentos como frutas, verduras, legumbres y granos enteros son ricos en fibra y deben formar parte de nuestra dieta diaria. La fibra también contribuye a mantener niveles saludables de colesterol y azúcar en la sangre, lo que tiene un impacto positivo en nuestra salud general.
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Beber suficiente agua
El agua es vital para una digestión adecuada. Mantenernos bien hidratados ayuda a que nuestros alimentos se desplacen con facilidad a través del sistema digestivo. Además, el agua facilita la absorción de nutrientes y ayuda a prevenir el estreñimiento. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, pero las necesidades individuales pueden variar según la edad, el clima y el nivel de actividad física.
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Practicar actividad física regularmente
La actividad física regular no solo es beneficiosa para nuestra salud cardiovascular y mental, sino que también puede mejorar la digestión. El ejercicio estimula el movimiento intestinal, lo que ayuda a prevenir problemas digestivos y a mantener un tránsito intestinal regular. Es valioso incorporar actividades físicas disfrutables como caminar, nadar, bailar o practicar yoga, según las preferencias de cada quien.
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Tener un orden con las comidas
No saltarse comidas y llevar un orden al comer son hábitos fundamentales para mantener una dieta equilibrada y favorecer una buena salud en general. Estos hábitos son esenciales para mantener el adecuado funcionamiento del sistema digestivo y para proporcionar al cuerpo la energía y los nutrientes que necesita para realizar sus funciones de manera óptima. Otro de los beneficios que aporta es que esto ayudará a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.
Esperamos que esta lista de hábitos para mejorar la digestión sean una forma de motivarte a buscar consumir de un menú saludable y adaptar ciertas prácticas a tu rutina.