Arturo Pardo, Salud

¿Por qué hay científicos promoviendo el consumo de alimentos azules?

Para este estudio científico, se evaluó una categoría de alimentos de origen marino (de agua dulce y/o salada) que se conoce como “alimentos azules” entre los que se incluyen mariscos, peces y algas.

Encontrar comida auténticamente azul es un reto. Los arándanos azules (o blueberries) calzarían bien en esta lista, también hay huevos con la cáscara de ese mismo color e inclusive una papa que se encuentra en Perú. Sin embargo, estos no son los alimentos a los que hace referencia un estudio publicado por la Evaluación de los Alimentos Azules (BFA por sus siglas en inglés) en la revista Nature, a finales de febrero.

Para este estudio científico, se evaluó una categoría de alimentos de origen marino (de agua dulce y/o salada) que se conoce como “alimentos azules” entre los que se incluyen mariscos, peces y algas. Como conclusiones, sugieren un incremento en su ingesta y producción, para ayudar a la salud humana y la del planeta. El documento destaca su función tanto para mejorar la sostenibilidad como la eficiencia de sistemas alimentarios.

En el cuerpo humano, según el análisis, incrementar el consumo puede reducir la deficiencia de la vitamina B12 y omega-3, así como las enfermedades cardiovasculares que se relacionan con el excesivo consumo de carne roja, principalmente la procesada. 

Huella ecológica

Otros de los beneficios detectados por los investigadores tiene que ver con el hecho de que la promoción de estos alimentos marinos podría reducir el impacto ambiental que generan otras formas de producción. Se reduciría la huella ecológica alimentaria y la huella de gases de efecto invernadero. 

“Este estudio permite evaluar que, a medida que uno va mejorando la gestión de los alimentos acuáticos, puede ir resolviendo distintos tipos de problemas asociados al ámbito ambiental, de salud humana y de equidad”, dice Stefan Gelcich, un académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Chile, quien es uno de los autores de la investigación.

Los beneficios ambientales se vinculan también con que su producción genera presiones ambientales relativamente más bajas en comparación con la producción de carne. A al vez, la sustitución por una alimentación basada en alimentos azules, reduciría el costo que la producción de ganado impone sobre la tierra.

¿Cómo mejorar la producción?

El grupo de científicos y científicas realizó un análisis con recomendaciones para tomadores de decisión de 103 países donde los alimentos azules son parte de la cadena alimenticia. Entre los objetivos de este estudio está fortalecer políticas públicas para el intercambio comercial y la protección de las especies. Su hipótesis es que, dados los beneficios de estos alimentos, se pueda facilitar su consumo especialmente a poblaciones nutricionalmente vulnerables. A la vez, el consumo de estos alimentos sustituiría la ingesta de otros que no son tan saludables para el ambiente, como la ganadería.

“Los responsables de la toma de decisiones pueden explorar las políticas de alimentos azules más relevantes para su entorno nacional y utilizar el documento para inspirar políticas de alimentos azules que puedan superar los retos medioambientales y nutricionales existentes», declaró Jim Leape, co-director de Stanford Center for Ocean Solutions, e integrante de la Evaluación de los Alimentos Azules.

La iniciativa a cargo del estudio sumó a más de 100 científicos de 25 instituciones. Es dirigida desde la Universidad de Estocolmo, el Centro de Soluciones Oceánicas y el Centro de Seguridad Alimentaria, así como la Universidad de Stanford.

Según sus estimaciones, para el año 2050 la demanda mundial de los alimentos azules se duplicará, sustentando a más de 1.000 millones de personas de todo el mundo.