Cocina, Salud

16 de mayo: La celiaquía tiene su día 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor del 1% de la población mundial tiene celiaquía.

Por Arturo Pardo

El Día Internacional del Celíaco se celebra con el objetivo de aumentar la conciencia sobre la celiaquía y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad. Su fecha oficial es el 16 de de mayo, si bien en algunos países, como España, se conmemora el 27, mientras que en Argentina se oficializó para el 5 del mismo mes.

La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza por una reacción adversa al gluten, una proteína que se encuentra principalmente en el trigo, avena, cebada y  centeno. Esta reacción puede dañar el revestimiento del intestino delgado, lo que impide que el cuerpo absorba adecuadamente los nutrientes de los alimentos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), se estima que alrededor del 1% de la población mundial tiene celiaquía, aunque la mayoría de ellos aún no han sido diagnosticados. De hecho, la OMS ha declarado que la celiaquía es un problema de salud pública mundial y que el diagnóstico y tratamiento adecuados son esenciales para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Sí es importante hacer la aseveración de que algunos países, como Italia, la prevalencia es mucho mayor al promedio global, llegando al 3,5% de la población.

Aunque la causa exacta de la celiaquía aún se desconoce, se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Las personas que tienen ciertos genes que están asociados con la celiaquía tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad, pero no todas las personas con estos genes desarrollarán celiaquía. Además, se ha propuesto que los cambios en la dieta y la exposición a factores ambientales, como los virus y las bacterias, pueden desencadenar la enfermedad en personas con predisposición genética.

 

Los síntomas de la celiaquía pueden variar de persona a persona y pueden ser similares a los de otras enfermedades digestivas, lo que puede dificultar el diagnóstico. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor abdominal y distensión
  • Diarrea crónica o estreñimiento
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Fatiga
  • Anemia
  • Erupción cutánea
  • Depresión o ansiedad
  • Problemas de crecimiento en niños

Si una persona sospecha que puedes tener celiaquía, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso. El tratamiento para la celiaquía implica seguir una dieta sin gluten de por vida, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo. Además, es importante seguir las pautas de seguridad alimentaria para evitar la contaminación cruzada con el gluten.

El menú sin gluten 

Una persona que es celiaca debe consumir, de manera rigurosa, un menú sin gluten. El hecho de tener que cumplir la alimentación sin gluten no tiene por qué significar un condicionamiento para la calidad de vida de las personas afectadas y su grupo familiar.

La nutricionista Mónica Marín, de Healthy Insider, asegura que al gluten, últimamente, se le da cierta connotación negativa, no necesariamente merecida, pues en realidad es una proteína que está en ciertos alimentos, tiene vitaminas importantes, como la B6, tiene hierro y fibra. “No hay evidencia científica que sugiera que dejar de comer gluten, si no soy una persona alérgica o intolerante, tenga algún beneficio para la salud. Aun así, por todos los cambios a nivel ambiental y de estrés, de sueño, el uso de antibióticos o medicamentos, pueden contribuir a que yo sea una persona sea más sensible a eso, sin ser intolerante o alérgico. Es cierto, cuando hay días que no como pan, o que no como ciertas comidas procesadas que vienen empacadas y tienen trigo, puedo sentirme aliviada”. 

Con respecto a las alternativas existentes actualmente, la nutricionista recuerda que las opciones se han multiplicado significativamente, por lo que una dieta para celíacos, o sin gluten, no implica algo excepcionalmente difícil.

“En los últimos años se han encontrado muchísimas personas intolerantes o alérgicas a esta proteína. Por eso se han creado planes de alimentación y recetas que logran satisfacer las necesidades de estas personas sin sentir que es difícil encontrar opciones. Algunos alimentos como las leguminosas, frijoles, garbanzos, lentejas, los vegetales, las ensaladas, la quinoa… no tienen gluten. Nosotros podemos seguir con nuestro día a día y comer delicioso sin recurrir al gluten. Es una oportunidad de volver a lo natural, de cómo comían nuestros antepasados”, dice.

Algunas de las alternativas son las verduras harinosas, como camote, yuca, papa. A la harina de trigo hay otras opciones como arroz, garbanzo, almendra o tapioca, mientras que en otros formatos hay fideos de arroz. “Se puede tener una alimentación que puede ser variada, balanceada y deliciosa. Hay opciones que podemos tener cerca de nosotros”, complementa.