Cuál ha sido tu aprendizaje o take away principal de 2019 hasta ahora?
No es nuevo para nadie escuchar que el 2019 ha sido un año demasiado retador.
Ha sido cómo estar metido en el mar cuando está picado.
Nos revuelca una ola y cuando pensábamos que ya se podía salir a respirar, venía una más grande.
Y así pasaron sin darnos cuenta los primeros 10 meses del año.
Sin duda este 2019 me enseñó a soltar y estar ok con eso.
Soltar situaciones que no podemos controlar,
soltar pensamientos que no nos edifican y hasta relaciones o comportamientos tóxicos.
A aceptar que no podemos hacer todo. Como dice mi hermana: “delega y vencerás”.
No somos súper héroes ni robots y eso está bien.
Esto también hizo darme cuenta que es fundamental rodearme de personas que me alientan a todos lo días sacar lo mejor de mi, relaciones que sumen y cuando siento que yo no puedo hacer algo o se me dificulta, ellos están ahí para apoyarme.
El 2019 me enseñó la magia y el poder de tener esa piedra angular bien definida: la base de todo.
La que nos da el soporte que necesitamos hasta cuando pensamos que todo va para abajo.
Qué acciones estás tomando hoy, personalmente, de cara a 2020?
Suena cursi o sacado de un cuento pero creer que realmente las cosas van a estar mejor.
Después de la montaña rusa que ha sido el 2019, me emociona ver que nuevos retos nos trae el 2020.
Espero que el 2020 sea un año para poner a prueba mi creatividad y explotarla como realmente me gustaría hacerlo.
De la lista de aprendizajes que publicamos, con cuál te identificas más y por qué?
Cuando las cosas se ponen duras, es cuando más hay que chinearse.
El 2019 con todo y todo ha sido el año de Nenis.
Entre tanta locura de trabajo descubrí que disfruto lugares que jamás esperé, formé amistades inesperadas, mejoré mis hábitos de alimentación (aunque sigue siendo un trabajo en proceso) y en general siento que en este último año crecí más de lo que he crecido en los últimos 5 años. Para mi el 2019 fué el año de chinearme.
En esos momentos que sentía que no podía más, fué cuando descubrí que disfruto cosas que jamás imaginaba.
Este año fue súper revelador en ese sentido.
De un momento a otro me convertí sin darme cuenta en una nueva Nenis.
Este año no sólo cierra una década, sino que también despido por definitiva mis 20s y entro en una década que me genera pánico pero al mismo tiempo mucha emoción.
Emoción por ver los resultados de tanto trabajo.
Emoción por ver a mi familia trabajar en lo que ama.
Emoción por ese set de olas nuevas para nadar.
Definitivamente debemos de estar orgullosos de poder decir: “Yo sobreviví el 2019.”