Desde irse de la casa hasta aprender a decir que no, la independencia trae un sentido de autonomía que toca lo más profundo de nosotrxs.
De chicxs no podemos esperar a ser grandes: tomar nuestras propias decisiones, no depender de nadie. Soñamos con la libertad que trae la independencia y fantaseamos con el día en que no haya que rendirle cuentas a nadie más que nosotrxs mismxs.
Después, cuando llegamos a grandes, extrañamos ser chicxs.
La independencia, en cualquier contexto que la veamos, viene con miedos, con dudas, con emoción, con libertad. Esta puede verse de maneras muy distintas a lo largo de la vida, la percepción que tenemos de ser independiente cambia y evoluciona con nosotrxs.
Ser independiente es soltar, dejar ir y ocuparse. Ser independiente es ser vulnerable, estar bien conmigo mismx, es hacerse cargo. Y ser independiente, a veces, también es aceptar que no siempre podemos o tenemos que ser independientes.
Desde irse de la casa hasta aprender a decir que no, la independencia trae un sentido de autonomía que toca lo más profundo de nosotrxs.
En la edición de esta semana está hecha por y para Good Kids (llamamos así al equipo de practicantes que colabora con diferentes tareas de Good Food y el Good Feed). Reunimos las experiencias de seis personas y la forma en que le dan significado a la independencia a partir de estas. Esperamos que resuenen y acompañen en este proceso constante que es vivir.
En esta edición:
Saltos de fe | Por Mauro Castro
Saliendo de los chingos | Por Robinson Segura
El periodismo independiente: adiós a la tradición | Por Arianna Villalobos
Yo puedo sola | Por Camila Prieto
Un agarre en mi nuca | Por Andrés Méndez García