Cultura

Diez años de la revista Orgullo

“Al ser la edición número 10 quisimos hacer más grande la revista”

Por Arturo Pardo
Foto: Noldo @noldov

La revista Orgullo alcanzó su décima edición. Con el aniversario redondo vino una publicación más gruesa, un mayor número de ejemplares impresos y, sorpresivamente para sus creadores, una demanda mucho más alta que provocó que los ejemplares se agotaran a una velocidad inédita.

Al ser un proyecto sin fines de lucro, las metas más altas para este año implicaron más retos. Así lo contó Sergio Pacheco, quien forma parte del comité editorial de la revista desde el año de su fundación. A continuación, un extracto de una conversación con él sobre Orgullo y el trabajo que hacen de difusión informativa, narrativa y visual enfocándose en la diversidad sexual.

¿Qué implicaciones hubo al lanzar la décima edición de la revista Orgullo?

Ampliamos la cantidad de ejemplares para la impresión. Usualmente, pueden durar dos meses disponibles en los puntos de distribución, pero este año duraron apenas dos semanas. Al ser la edición número 10 quisimos hacerla más grande, lo cual significaba todo un tema en cuanto a la recaudación de fondos, que es algo que se destina exclusivamente a la impresión. Eso de por sí es un reto, pues evitamos meter apoyos comerciales, o patrocinadores.

Para el comité el crecimiento de la paginación también implicaba un mayor trabajo, pero al final logramos más textos y artes. Incluimos un cuento y algo que no habíamos hecho antes, que es un texto dramatúrgico de Andy Gamboa. Es algo especial, por que en Costa Rica no hay un espacio para publicar algo así y que le llegue a un público en general, no especializado en dramaturgia.

Y con todo esto, ¿qué balance queda ya al ver la edición impresa?

Estamos muy contentos con el resultado. Aprendimos de los errores, por cosas que sucedieron en el camino, desde el proceso de convocatoria pública que hicimos. Desde esa etapa aseguramos la búsqueda de diversidad de textos y artes, tanto en el tema de diversidad sexual, pero también con edades, clase, formaciones profesionales… Si bien hay cosas muy académicas, algunas las resumimos en una especie de infografía.

Hay cosas de gente que nunca en su vida había escrito, por lo que también es un logro. La convocatoria abierta tiene la finalidad de encontrar no solo gente con la experiencia de publicar en un espacio, sino de quienes sientan la libertad de expresar sus historias. 

En total, nos llegaron unas 80 propuestas entre textos y artes y para la elección de cuáles entran hicimos una votación entre puntaje y valoración de peso con base en ciertos criterios.

¿Entre los textos existen solicitudes específicas de algunos que quieren que se escriban?

Sí efectivamente; hay temas que en el comité editorial vemos en el contexto y nos parece importante que incluyamos. Hay temas que nos llaman la atención, por ejemplo un tema de sexualidad en las cárceles, también el tema no binario viene en potencia en estos últimos años. A nivel global ya hay cosas escritas, pero es importante tocarlo; hay un tema de historiografía, de expresiones de diversidad sexual desde antes de la colonia. Nos parecía muy valioso ese texto, pero en una versión resumida, o retrabajada. 

Desde las experiencias personales hacemos invitaciones. El comité obviamente tiene sus limitaciones en sus enfoques, así que nos hemos asegurado que haya hombres cis-gay, una mujer lesbiana, una persona no binaria, una persona queer… Todo eso para tener una mayor visión y representación.

¿Cómo ha cambiado la relevancia de la revista Orgullo con el paso de los años?

Esta es una iniciativa privada sin fines de lucro. Caímos en cuenta de que hay una exigencia particular de personas con el tema representatividad. Nosotros no era eso lo que buscábamos originalmente, pero nos hemos ido dando cuenta de que al final tenemos cierta representatividad y eso, en términos de activismo, es complicado.

Para este año intentamos explorar algo adicional. Hicimos un conversatorio en El Farolito sobre el color verde en la bandera de diversidad. Queríamos hacer otras actividades así, pero se complicó. También ayudamos a organizar una fiesta como un drag race y una fiesta en Neon. Tratamos de combinar la discusión de fondo con el disfrute en un espacio seguro.

Queremos hacer actividades para publicar afuera, para hacer actividades en Alajuela y Guanacaste con Caravana de la Lectura, para compartir ejemplares en otras provincias. A veces hay un centralismo que nos limita. 

La revista ha adquirido relevancia en función de la exigencia; la gente espera la publicación de una u otra forma. 

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