Daniela Martén es artista desde pequeña.
Primero, haciendo collages y dibujos en cuadernos. Luego, de adolescente, haciendo arte con tiza pastel y más adelante ingresando a estudiar Bellas Artes en la UCR.
Sin embargo, asumió finalmente su posibilidad de ser artista y pintura habiendo alcanzado los 30 años de edad.
Hoy, su obra gira principalmente en torno al erotismo, la sexualidad femenina y la naturaleza, entremezclándolo todo al poner en evidencia los genitales de las plantas, que celebran la sexualidad con hermosura y color.
La artista asegura que en sus pinturas se retrata también su “despertar erótico”, como una apropiación de su sexualidad y la transformación profunda que ocurre cuando esto sucede, según lo han documentado autoras como Anais Nin, Georgia O’Keefe y Simon de Beauvoir.
“Las flores son la personificación de esa fuente de poder, de información, de libertad y fuerza, presente con licencia en ellas pero impedida en nosotras”, dice y hace una invitación a descubrir esta celebración que se manifiesta en la naturaleza que nos rodea.