Columna, María José Callejas, PlantCare

Regar o no regar ¡He ahí el dilema!. Drama en dos actos. ACTO 2.

Por María José Callejas
@plantcarecr

En la edición anterior, Regar o no regar ¡He ahí el dilema!. Drama en dos actos. ACTO 1  abordamos los temas como el problema del dilema entre exceso riego y falta de riego,  y las consideraciones ambientales que influyen en la humedad y drenaje del sustrato. ¡Tercera llamada! Continuamos.

Segundo punto de giro: Estrategias para saber si debemos o no regar

  1. Tus manos: En mi caso, amo andar las uñas tierrosas; no me importa y es parte de mi vida, pero sé que no es una opción para muchas personas. Meter el dedito un poco profundo hasta el segundo nudillo, te ayuda a verificar con tus propios sentidos el nivel de humedad. Si la tierra se desprende fácilmente de tu dedo sin dejarlo sucio, el sustrato está seco y listo para riego. Si tu dedo queda manchadito de tierra podés esperar unos días más, si tu dedo sale embarrialado, tené cuidado porque es sustrato está encharcado y podría entrar en descomposición aceleradamente.

Pro: veredicto muy certero.

Contra: uñas y dedos sucios.

  1. El toque del palito: en el Instagram de @Plantcarecr encontrás un reel que explica esta técnica y la lógica de el “Sustrato como el queque”.

Pro: podés llegar más adentro en la maceta que con el dedo.

Contra: es más difícil determinar el nivel de humedad. Requiere un poco más de práctica.

  1. El peso de la maceta: yo lo uso con macetas que cuelgan. Aprendí a empujarlas por abajo para saber si están secas o necesitan riego con el peso. Si están pesadas, todavía espero, Si están livianas, es hora de riego. Esta técnica la podés usar con cualquier maceta.

Pro: es súper rápido, una vez que se domina.

Contra: requiere de un nivel de conocimiento y comparación entre liviano y pesado.

  1. Medidor de humedad: lo venden en tiendas por Internet y trae incluso una guía de las principales plantas de interior.

Pro: No hay pierde con esto.

Contra: Cuesta dinero.

  1. Indicadores de la planta: este lo desarrollamos a continuación, pero básicamente consiste en que las plantas se comunican con nosotros a través de sus hojas y tallos y saber leerlos puede ayudarnos a salvar a nuestra matita del ahogo o la sequía.

Pro: Se logra con solo una mirada

Contra: Requiere agudizar la observación y grado de conocimiento de cada planta.

PLANTCARE PRO TIP: No se dice ”cada cuánto riego mi planta”. Se dice “cuánta humedad requiere mi planta”.

Clímax: Indicadores críticos

 Exceso de agua

  •   Mal olor del sustrato (como a caballeriza)
  •   Sustrato pastoso
  •   Manchas negras, grises en las hojas y tallos
  •   Tallos babosos
  •   Retoños podridos
  •   Hojas amarillo pálido (las hojas amarillas son un tema digno de la próxima columna)
  •   Moscas de fruta rondando cerca de la maceta.

Falta de agua:

  •   Sustrato polvoriento
  •   Puntas de las hojas café crujiente
  •   Planta apachurrada, como desmayada
  •   Hojas suculentas arrugadas
  •   Hojas enrolladas
  •   Hojas de abajo amarillo intenso (como decía antes, las hojas amarillas son un tema digno de la próxima columna)

La calidad del agua de riego es otro aspecto importante, sobre todo a largo plazo para la vida de la planta. Utilizar la mejor calidad de agua puede darnos una planta saludable por muchos más años.

Calidad del agua de riego:

El agua de lluvia es mi favorita.

Si llueve suave, podés sacarlas directamente a la lluvia. (No saqués a la lluvia ningún tipo de suculenta, cactus, begonias, violetas, gloxíneas, plantas frágiles o peluditas porque no les gusta el agua en las hojas.)

Si llueve de baldazo, es mejor que recojás esa agua y la usés durante la semana, la fuerza del aguacero tico podría dañar las hojas o lavar el sustrato.

En época seca, en la que casi no llueve, pues ni modo, pasá a la siguiente opción: agua de tubo, que es lo más práctico.

¿Has visto una capita blanca en la parte superficial de la tierra de tus plantas? Esa capa se hace sobre todo en los bordes de la maceta y  también forma terroncitos. Esas son las sales, cloro y otros presentes en el agua de tubo.

Por eso es mejor que, si no tenés agua de lluvia, regués con agua reposada y ventilada por 24 horas; en ese periodo las sales se evaporan y el agua es menos fuerte para las raíces de las plantas.

PLANTCARE PRO TIP: Algunas plantas son más delicada y susceptibles a los químicos. Con ellas podés utilizar agua de filtro, en caso de que tengás filtro en casa. Yo en casa tengo un Ecofiltro de barro y uso esa agüita para el lucky bamboo, las orquídeas y las begonias de mi colección.

No usés aguas insalubres para el riego de tus plantas o cultivos.

En este último apartado te recomiendo diferentes opciones para regar tus plantas, podés utilizar la que mejor te siente o una mezcla de varias. No hay una forma correcta o incorrecta de regar.

Desenlace: Algunas técnicas de riego:

  1. Riego por arriba solo sustrato: el secreto está en hacerlo como Fonsi: DES PA CITO y alrededor de todo el borde de la maceta, para asegurar que quede el agua distribuida de igual forma por todo el adobe. Si lo hacemos rápido el agua encontrará rápidamente un canal de salida y pasará “recto” hasta el drenaje. Regás un poco, esperás a que se absorba, (suena como chocokrispis en leche cuando está absorbiendo el agua y se libera el aroma a petricor, signo de que nuestro sustrato está vivo y nutritivo). Cuando se absorbe regás otro poquito. Incluso podés balancear un poco la maceta para que el agua humedezca todo el sustrato.

Pro: es muy práctica.

Contra: puede dejar partes del sustrato sin acceso a humedad. Genera canales de drenaje interno lo que podría probar el lavado de nutrientes. Perturba la capa superficial del sustrato y promueve la compactación.

  1. Riego por la madre naturaleza: sacar las plantas bajo la lluvia y dejar que la madre naturaleza haga su trabajo es una buena opción. Arriba, en la sección de calidad de agua, te hablo sobre las consideraciones sobre la fuerza de la lluvia.

 Pro: se lavan las hojitas, ayuda al control de plagas, se moja de manera uniforme todo el sustrato. Se raciona agua de consumo humano y se aportan nutrientes del agua de lluvia.

 Contra: requiere mover las plantas para afuera y luego para adentro y podemos mojarnos. Si la fuerza de la lluvia cambia hay que correr a “salvarlas”. No se recomienda sacar al baldazo a todas las especies de plantas.

  1. Riego por inmersión: consiste en colocar el agua en una palangana o recipiente amplio y profundo y colocar las macetas allí para que el sustrato lo absorba lentamente por abajo como si fuera una esponja.

Pro: el mismo sustrato controla la cantidad de agua, pues deja de absorber cuando se satura. Es una técnica que no perturba el sustrato, ya que no genera canales de drenaje y lavado de nutrientes. Es ideal para plantas que no les gustan las hojas mojadas, como las violetas o las succus.

Contra: a veces es difícil determinar si la planta ya tomó toda el agua que necesitaba, porque no se ve húmeda la capa superficial. En estos casos, recomiendo mezclar la inmersión con la estrategia del peso de la maceta.

  1. Riego por goteo/ vasijas, botellas: Consiste en utilizar un elemento que dispense el agua en el sustrato de manera continua y controlada por medio de agujeros o en el caso de las vasijas de arcilla por la porosidad de las paredes.

Pro: para plantas que requieren alta humedad, da mayor autonomía a la planta para obtener humedad. Es ideal para personas que salen por periodos de dos a tres semanas de casa.

Contra: requiere una maceta con más espacio. Requiere la compra o confección del dispensador. El dispensador en botella no es tan estético y requiere mantenimiento.

Regar o no regar tu planta puede dejar de ser un drama Shakesperiano siguiendo estos consejos.

Lo más importante es que disfrutés del proceso y te prometo que, una vez que le agarrás el toque, todo fluye.