Queremos hacer un recordatorio de lo que está en nuestras manos que, en muchas oportunidades, es únicamente sobre lo que podemos tener control.
A veces es lo más cercano lo que se nos hace más incierto. Una mayor distancia temporal da espacio para reflexionar, para tomar medidas, para inventar, para asumir o para salirse por la tangente, para definir. Sin embargo, lo que tenemos casi de frente nos reta a la respuesta rápida, a la reacción inevitable. ¿Y cómo reaccionaremos? Pues ahí es donde entra la duda o, más bien, la gracia de las posibilidades.
Con la fecha del domingo 3 de abril (día de la segunda ronda electoral) como punto de giro, –o más bien punto de partida– le pedimos a varias personas que nos escribieran sobre lo que, vieran en su futuro, independientemente del panorama político que tenemos en la mira. Así, en sus textos nos cuentan cuáles son sus planes personales, sus propósitos o intenciones para los siguientes cuatro años.
La invitación a escribir consistió en dejar de lado las decisiones inevitables del entorno y, más bien, pensar en sus posibilidades más inmediatas, en su rango de acción individual. La toma de decisiones iba aquí intrínseca, tomando control del timón para la vida propia.
Con esta edición, queremos hacer un recordatorio de lo que está en nuestras manos que, en muchas oportunidades, es únicamente sobre lo que podemos tener control. Con esto presente, invitamos a prestar atención a lo que podemos hacer nosotrxs mismxs para incidir en nuestro futuro inmediato, y lo que pueda venir después. En los momentos de incertidumbre, quizá esa noción es la que nos pueda recordar que todo está y va a estar bien.
En esta edición:
COLUMNA: Cuando la vida no es una bolita de cristal | Por Adriana Gutiérrez Camacho
Prometo amarte para siempre | Por Mónica Morales
Plan 2022 – 2026 | Por Paula Piedra
La vida sigue igual | Por Ramón Pendones
¿Me colabora? | Por Marianella Cordero
Artista de la semana
Jose Pablo Ureña. Dibujo, luego existo | Por Gabriela Coto