Editorial

Good Feed #17: La isla del eterno presente

Editorial por Diana Zuleta Directora de Pulse
Foto de portada por Ana Hinojosa

De las experiencias compartidas que nos han “unido” durante estas semanas, para mí, la más fascinante es la de perder la noción del tiempo. “¿Qué día es hoy?”, pregunta/chiste válido en cualquier conversación actual, seguido de las interpretaciones personales de esa vivencia según cada aislado. “¿Cuándo nos van a soltar?” “¿Hasta cuándo vamos a estar así?”

 

“En las islas, o en los lugares donde hay mucha agua, siempre me desoriento”

En la primera edición de isla, hace una semana, Sergio describía así su experiencia en Indonesia. Y seguía: “durante ese viaje observé cada cosa que ocurría con una calma intensa y con un nivel de atención que hace mucho tiempo no sentía”.

 

Calma y atención: el lujo de estar presente. 

La isla es un eterno presente, en este momento colectivo. El espacio-tiempo del aislamiento desbancó la prioridad del hacer, la obsesión con el futuro. Me fascina la noción del tiempo en el resguardo porque cuestiona todo: porqué vivimos, cómo vivimos y dónde lo hacemos, porqué queremos lo que queremos y a quién queremos. De repente se actualizó lo poco que se necesita para estar bien, lo mínimo que es importante. ¿Por qué tanta carrera? ¿Para qué todos al mismo tiempo? Como una competencia inútil entre islas, cada uno corriendo alrededor de la propia.

 

Qué delicia de frenazo. Una caminata obligatoria, en soledad, por la isla que somos. 

La isla es la casa, es el inicio y el fin, es confort y también miedo. Es soledad y espejo. La isla también es calorcito, un refugio. Es lo que siempre va a estar. Es la única certeza. 

 

Yo no me quiero ir de la isla. Si me llegaran a “rescatar”, me llevaría muchas “cosas” y seguiría obsesionada con esta nueva noción del tiempo y del hacer, de la abundancia y del lujo. Dejaría muchos puentes tendidos conectando el archipiélago. Y si me quedara en la isla, también, porque sí: vinimos y nos vamos solos, pero con un propósito que cada vez es más claro para mí: compartir.