En estas cuatro historias recordamos la parte humana que lidia con los trámites, con las sorpresas, con el encantamiento de una nueva tierra o con sus dificultades.
La migración no puede reducirse a que se le clasifique como una sola. Así como son muchos los destinos desde dónde provienen o hacia dónde van las personas, sus herramientas y sus condiciones como migrantes condicionan, en gran medida, sus oportunidades.
Poco menos del 10% de los habitantes de Costa Rica nacieron en el extranjero, una cifra alta en relación con la proporción de inmigrantes de la región de América Latina.
En función de esto, en el año 2009, nuestro país dictaminó la Ley de Migración de Costa Rica, que integra y salvaguarda los derechos humanos. Más de 10 años han pasado desde entonces y, según entidades expertas, dicha ley se ha quedado un poco anticuada.
Según Migration Policy Institute, desde el 2015 el número de migrantes se ha incrementado significativamente, proveniente de países como Colombia, Nicaragua, Cuba y Venezuela. En este escenario, el país se ha quedado rezagado en su capacidad para satisfacer las demandas. Entre otros temas, las solicitudes de requisitos se han vuelto difíciles de cumplir y se ha limitado el acceso a la atención médica.
Sin embargo, Costa Rica sigue siendo un destino favorito en el área para los migrantes. Su estabilidad política y su desarrollo económico lo vuelven un lugar altamente atractivo. A su vez, los migrantes generan una fuerte contribución para el crecimiento económico, tanto en áreas donde se requieren profesionales graduados, como en sectores de baja productividad, como la construcción y la agricultura.
En esta edición, más allá de las estadísticas migratorias, contamos historias de migrantes, o hijas de migrantes. Incluimos también la migración de un género musical adorado para el baile. En estas cuatro historias recordamos la parte humana que lidia con los trámites, con las sorpresas, con el encantamiento de una nueva tierra o con sus dificultades.
En esta edición:
Las memorias de una migración inoportuna | Por Yamlek Mojica Loáisiga
Emigrar es muchas cosas a la vez | Por María Esther Abissi
La cumbia es migrante, punto | Por Rialengo
“Devuélvanse a su país”: Ya estoy en él, gracias | Por Lissa Feng