Texto por Gabriela Coto @gabricot
Fotos por Mariam Woching
Su obra comenzó como un experimento sin pretensiones; como una necesidad de salir de la rutina diaria y de encontrar algo que la llenara realmente.
Lo primero fue la joyería. Decidió llevar un curso y mientras aprendía la técnica, creó su propia marca Saturno Rosa, con el fin de dar a conocer y vender las primeras piezas que creaba como estudiante.
Fue su profesor de curso de ese momento, el que la impulsó a crear una colección de joyas utilizando otras técnicas además del metal. Sin pensarlo dos veces, se atrevió a expermientar con tela y metal por medio de perforaciones y de ahí dió el salto al bordado.
“Nunca en mi vida había bordado; talvez de niña lo intenté con mis tías y abuela, pero nada que me pudiera ayudar a empezar. Busqué tutoriales en internet y así empecé con los bordados en miniatura. Me inicié replicando pinturas de Klimt, Picasso y Matisse y me sentí cómoda con el experimento. Me gustó lo que logré y a partir de ahí me dejé llevar de una forma intuitiva y honesta, cosa que trato de mantener al día de hoy”.
Su fuente de inspiración máxima es su madre Elena. Tenía apenas 11 cuando murió producto de una enfermedad degenerativa. “Eso te marca de por vida. Toda mi niñez, adolescencia y etapa de adulta jóven la pasé sin cuestionarme nada. Fue a partir de los 28 años, -que sería más o menos la edad de mi mamá antes de morir-, que me dí la oportunidad de expresar algo que antes no podía hacer. Sentí que había madurado, como un renacer y aquí estoy”.
Ahora con 34 años y 5 de trabajar sus retratos apoyados en tul, se puede ver reflejada esa niña alegre y graciosa que evoca recuerdos de su madre, cargados de color, amor y fuerza. Aunque también reconoce en su obra máscaras que procuran sombra para separarse del mundo exterior. “Hay una parte de mí introvertida, que le gusta aislarse para no ser observada, para no exponerse”.
A futuro se ve realizando una exposición de bordados dedicada a Elena; cuyo nombre se traduce en “luz”; por lo que le llegará en el momento indicado y no antes.
Sus cuentas para seguirla en Instagram: @e_l_o (que considera su cuenta “más humana”)
@saturno_rosa (su marca)
Gabriela Coto es abogada, periodista y escritora.