Por Katy Sague
Estando ahí a través del tiempo entendí a esa Costa Rica olvidada,
A esa mujer maltratada por la sociedad
En ese lugar que llaman cárcel,
Cruce ríos, sin saber nada
Viaje a países extraordinarios sin contar con boleta de reservación
Aprendí a llorar de alegría
conocí seres maravillosos que ni en avatar existían
Ahí descubrí esa esencia que llaman mujer
Y entonces comprendí que soy única por excelencia
Estando ahí a través del tiempo entendí a esa Costa Rica olvidada,
A esa mujer maltratada por la sociedad,
A ese ser que se levanta cuantas veces ha caído
Después de eso, comprendí que la vida es la mejor aliada de tus experiencias y moralejas
Pero sobre todo descubrí que el prójimo a mi ser, eras tu mujer,
Que con tus lágrimas enjugaste mi valor,
Que con tus historias teñidas de negro le diste matiz a mi vivir,
Y hoy esa historia la comparto con esta sociedad que llaman libertad.
¿Cómo querés que te llame después de…?
Al llegar a ese universo que llaman cárcel
Detrás de esos barrotes y grilletes
Donde tu piel no respira
Donde tu pensamiento te traiciona
Y la vida no tiene sentido
Llega ese ser maravilloso
Y te rescata
Tiende su mano hacia la tuya y la estrecha con fuerza
Para no soltarte, es entonces donde empiezas a darte cuenta
Que los barrotes sociales, son estigmas del olvido
Que marcan tus entrañas hasta desprender de tu vientre ese ser querido
Sin importar que tan profunda es la herida
Pero si sos resiliente te das cuenta que después de todo ello eres un nuevo ser.
Soy ese alguien que en algún momento tocó el cielo con sus dedos y la tierra a la vez. Hoy soy ese ser humano hábil y rapaz, a quien el universo le dio la razón de ser.