Por Good Food
@goodfoodcr
Beso Diverso y la campaña Sí acepto dejaron excelentes referencias de lo que pueden hacer las iniciativas ciudadanas por una causa común.
Con la colaboración de Margarita Salas y Luis Salazar
El 26 de mayo del 2020 se acabó la prohibición para que en Costa Rica se casaran parejas del mismo sexo. Ese día la celebración correspondiente no solo indicaba el inicio de un nuevo capítulo en cuanto a igualdad y validación de derechos para una población que antes no los tenía. En aquel momento se celebró también que los esfuerzos de un colectivo habían incidido en que se diera un cambio a nivel legal.
Una campaña que llevó por nombre “Sí acepto” fue poniendo los peldaños para entender si había o no un rechazo popular a la ideal de matrimonio igualitario. Funcionó también para asesorar los aspectos legales, para generar sensibilización y provocar un cambio que, finalmente, se concretó.
Un movimiento por el Matrimonio Civil Igualitario se formó, agrupado por iniciativas ciudadanas ligadas al tema de diversidad. Durante el año y medio que había que faltaba para entrar en vigencia, la campaña se dedicó a sensibilizar, educar y desmitificar, con anticipación, a diferentes sectores de la población, derribando prejuicios y acerando el tema del matrimonio igualitario para que no se le viera con lejanía.
“Me acuerdo que cuando hicieron la campaña hicieron encuestas o estudios que lograron determinar que un gran factor que generaba rechazo sobre el matrimonio era la lejanía al tema. Muchas personas decían que no tenían familiares LGTBIQ+ y eso les generaba cierta distancia”, cuenta Luis Salazar, quien fuera Comisionado de asuntos LGTBIQ+ de Presidencia (2018-2020).
“Fue una campaña para dar un golpe de realidad, para que vieran que no iba a tener consecuencias sobre otras personas. Era un tema donde el país tenía un enorme rezago”, dice Salazar.
En esa misma línea, con un propósito compartido, el Frente por los Derechos Igualitarios se dedicó a gestionar la campaña de recolección de firmas para el matrimonio igualitario en el país, además de que hizo una memoria histórica del movimiento (Vamos a besarnos), festivales de arte y una plataforma de acuerdos y consensos de diferentes organizaciones.
Otra campaña que también provocó efectos importantes a nivel nacional es una que empezó hace 15 años y, de alguna forma, se puede decir que aún no termina. Se llama Beso Diverso y está integrada por personas asociadas a diferentes iniciativas.
Beso Diverso fue la respuesta ante la discriminación que personas de la población LGTBIQ+ podían sufrir cuando protagonizaban muestras afectivas en espacios como bares y restaurantes.
Margarita Salas, una de sus fundadoras, cuenta lo que lo motivó: “En aquel momento eso era algo que pasaba en varios bares, por lo que definimos algo que llamamos ‘la ruta del beso’. Si les molesta que una pareja se dé muestras de afecto, vamos a venir un montón de personas con tambores, escándalos y stickers a darnos más besos”.
La convocatoria se dio por Facebook y WhatsApp y logró aglutinar, en aquellas primeras ediciones, hasta 90 personas que cantaban proclamas como “¡Ser diferente no es indecente y discriminar es lo asqueroso!”.
Además de los actos públicos, también interpusieron un recurso de amparo y enviaban comunicados de prensa con denuncias y con solicitudes de respeto.
Los esfuerzos unificados en los primeros meses alcanzaron hasta 16 visitas a locales josefinos.
“Se logró elevar el perfil del movimiento y que eso generara una jurisprudencia, hasta que la Sala Constitucional de Costa Rica fallara a favor y viera que lea expresión del afecto es algo protegido, y no está permitida la discriminación por preferencia sexual”, dice Salas.
Entre los logros más significativos se ganaron denuncias ante el Bingo Multicolor y otro hacia el Mall San Pedro. Los precedentes además provocaron que otros locales tuvieran más cuidado con el tratamiento del tema.
Años después estos esfuerzos siguen teniendo repercusiones, en el mes de junio del 2022 la Municipalidad de Montes de Oca definió una política pública que establece sanciones por discriminación por orientación sexual en establecimientos comerciales.
“Por muchos años uno nada más lidiaba con la impotencia de no poder hacer nada, pero la discriminación no está bien; merecemos una vida libre de violencia y no tenemos por qué vivir estos actos violentos por parte de nadie. Beso diverso es una gran historia de éxito para cambiar la cultura que normalizaba este tipo de actitudes”, concluye Margarita.
La transformación social es una proceso lento, progresivo, que requiere llegar a múltiples estamentos, sectores, con diferentes formatos.